Daba ganas de traspasar la dimensión, de zambullirse en la pantalla y solicitar reverente permiso para entrar en uno de esos numerosos aros de danza. En realidad, cada uno de esos cÃrculos son nuestros cÃrculos. En cada uno de ellos podrÃamos estar nosotros con el mismo gozo en el rostro, danzando, alabando, agradeciendo...; en cada uno de ellos el mismo y universal espÃritu de cocrear, de cooperar, de compartir..., en definitiva, la misma suerte de vivenciar la experiencia suprema y sagrada del Uno. Gracias a Internet sabemos hoy que todos esos cÃrculos son en realidad un mismo CÃrculo. En todos ellos vibra el mismo sentimiento de amor, de compenetración, de solidaridad. Internet nos proporciona visión general del enorme cambio que está aconteciendo, la revolución de las almas unidas, de los hombres y mujeres que en silencio y de forma coparticipativa y armoniosa laboran por el nuevo orden. Todos esos aros de danza, de oración, de meditación, de palabra, de sanación… que se manifiestan en la Red de Redes son en realidad un mismo Aro sagrado planetario y ahora por fin tenemos la suerte inmensa de poder comprobarlo. Hasta hace bien poco no conocÃamos la dimensión de lo que se está gestando. Internet, el medio de comunicación global por excelencia, comienza a proporcionarnos privilegiada noción del salto evolutivo de nuestros dÃas, información hasta ahora privativa del Cielo, de los Custodios del Plan Divino para nuestra querida Tierra. Internet nos devuelve la esperanza de que cada dÃa somos más y más. Ninguno de esos innumerables cÃrculos que aparecen en nuestra pantalla, de los muchÃsimos más, que por supuesto no han sido filmados, está desconectado. Están todos sutilmente intervinculados, formando un CÃrculo de cÃrculos que engloba ya a muchos millones de corazones y voluntades. Ya no se trata de la revolución de personas determinadas, de un grupo de poder o ideológico, ya no asistimos a una revolución partidaria... Es por fin la omnipresente e imparable conspiración acuariana, el gran desafÃo evolutivo de tod@s, la revolución pacÃfica, silenciosa, luminosa y creativa de cuant@s creemos que aún hay salida, que el otro mundo de alegrÃa y fraternidad es posible aquà y ahora sobra la Tierra. Tal como anuncia el Plan, la unidad interna está siendo manifestada y revelada en su enorme magnitud y exactitud gracias a los nuevos medios de comunicación. Hasta hace bien poco eran cÃrculos más desperdigados e inconexos, cada cuál clamando a su propia porción de cielo y sin embargo un alma grupal creciente, una gran comunión cada vez más inclusiva y abarcante es evidenciada hoy a través de los monitores. No es fácil hallar una denominación para la magna alianza que se gesta, pues parece que el nombre supusiera ya de por sà una suerte de apropiación. El Maestro Jesús, tal como reza en los libros de la Josefa RosalÃa Luque Ãlvarez "Arpas Eternas", alentó en sus dÃas sobre la Tierra la creación de la "Santa Alianza". Esta gran red auspiciada desde sus comienzos por Él mismo, estaba sostenida, tanto internamente como en su infraestructura exterior, por la fraternidad esenia y conformada por las gentes de buena voluntad que querÃan cambiar aquel orden injusto desde un fuerte compromiso interno personal. Esta es sólo una denominación más que hoy podrÃamos aplicar a la mayor red de corazones unidos que jamás se haya hilvanado, a la ancha comunión de hombres y mujeres que apostamos decididamente por la transformación personal y colectiva.
Ceremonia del Foro Espiritual Estella 2007 Hay pues una “Santa Alianza†en marcha que no sucumbirá porque nunca ha sido tan numerosa y ahora se manifiesta, gracias a Internet, ante la mirada sorprendida de cualquiera. Esta “Santa Alianza†viene de muy antiguo, pero nunca ha sido sostenida por tantos incondicionales, ni ha tenido tantos medios, ni gozado de tanto apoyo desde el Cielo. No sucumbirá esta “Santa Alianzaâ€, porque la forman gentes de todos los colores, creencias, naciones y razas…, porque su poderÃo es incalculable, porque avanza en la dirección del Plan Superior, porque es la sal de la Nueva Tierra ya en marcha... Nadie pierda la esperanza, nadie se sienta solo en medio de la mayor revolución de todos los tiempos, la revolución que ya no confronta sino que aúna y recrea sobre la base del principio de solidaridad universal, revolución silenciosa de júbilo y de paz que entre todos estamos alentando. Si por un instante a alguien le sorprendiera esa sensación de soledad porque otras manos, otros corazones están lejanos…, entre en You Tube, teclee las palabra mágicas y únase al cÃrculo que más le plazca, pues todos están en movimiento, todos están abiertos, en todos es bienvenido... Si le asalta la sensación de apartamiento, teclee la clave de cualquier vÃdeo que muestre un cÃrculo en paz y armonÃa. A partir de ese podrá navegar de página en página y ver desfilar ante sus ojos el Reino de Dios, la Nueva Era de amor y fraternidad comenzando, ya a gran escala, a manifestarse aquà y ahora sobre nuestra querida Tierra. |
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