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La sonrisa como alabanza

La nueva era acuariana va rompiendo todos nuestros más arraigados esquemas, por supuesto los espirituales y religiosos. Seguramente había muchas fórmulas para agradecer, para alabar de forma viva y espontánea que las que pensábamos, que las que dictaba nuestra propia y rígida tradición. La genuina sonrisa es alabanza, es en realidad una actitud permanente ante la vida, una conciencia profunda y arraigada de agradecimiento ante la existencia, es un punto de siempre renovada y constante sorpresa. El verdadero humor es alegría de vivir, gozo contenido y no indómito, conciencia de estar aquí y ahora sobre el planeta creciendo, compartiendo, gozando de cuanto disponemos. Es la opción por la que nos hemos decantado en medio de una existencia tan a menudo desafiante, en medio de un mundo tan convulso y atribulado. La sonrisa es conciencia de privilegio, es reverencia, es una forma espontánea de honrar al Misterio y sus infinitas dádivas.

Amor y humor van de la mano, nunca admitirán divorcio. No saben caminar solos. Han sido y serán siempre el uno para el otro. Difícilmente podremos concebir una fraternidad que no se bañe, que no se solace en el genuino humor, que no se vea contagiada de su dicha. El sano y discreto humor será siempre señal ineludible de una estrecha comunión conquistada. El humor sencillo, sereno y cómplice que aflora en un grupo es la prueba evidente y rotunda de su vibración en sincero amor. Allí donde encontramos esa suerte de luminoso y sutil humor, podemos decir que allí se halla Dios. El humor tiene origen, raíces. El humor construye, acerca, enlaza, eleva…, cuando emana de nuestra naturaleza superior, es decir de nuestro astral y mental elevados. No es de Ley cualquier humor; lo hay a consta de otra persona, o de otro grupo de personas diferentes, de otro equipo, de otro lugar, religión, raza… Hay el que sale también de mórbidos e inferiores sentimientos.

El humor no es necesariamente risa estentórea, menos aún acceso desgobernado. El humor, que desde nuestro interior querremos contagiar, es aquel que va ligado a nuestra más excelsa naturaleza, un humor limpio, amoroso, creativo, radiante. El humor auténtico emana siempre del alma y está a ella indisolublemente ligado. La personalidad sabe más de risa sin norte, de carcajada sonora. El Humor con mayúsculas sería otra cosa.

El humor también es la forma más inteligente de lidiar con el sufrimiento que hemos atraído a nuestras vida. Es una manera de acogerle, por qué no de agradecerle, puesto que merced a él estamos ganando en conciencia, estamos poniendo a cero nuestra cuenta de necesarios pagos y ajustes.

A nivel personal la sonrisa, el humor son una actitud permanente ante la vida, no se provocan. A nivel colectivo, el humor comienza brotar en el seno de un pareja, de un grupo cuando la unión por fin se ha verdaderamente consagrado. Su ausencia será motivo de alerta. En adelante el humor será siempre el más claro indicativo de la vigencia de esa unión. El humor surge espontáneo, emana sin aditivos de la tierra más fértil y fecunda que constituirá siempre la fraternidad humana.

Arteixo 18 de Diciembre de 2014
http://www.KoldoAldai.org

Apuntes para la ponencia en el Congreso del Yoga de la Risa http://www.laughteryoga.es/

 
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