Cuando no marcha el blanco, cuando el mercurio se estanca bajo cero, cuando de la leñera sólo subes troncos gordos…, necesariamente el pensamiento junto a quienes no pueden reunir ramas secas, apenas esperanza sólida… El fuelle insiste con su soplido reclamando una llama de altura, pero no logro sortear en mi mente los escombros, los hogares destruidos, las chimeneas bruscamente apagadas. Cuando pegas la mesa de trabajo junto al fuego, cuando los jerseys de lana se amontonan en el cuerpo aterido, cuando los tés calientes descienden uno tras otro garganta abajo..., habrás de pensar en quienes son en la intemperie sin defensas, sin bebida ardiente, sin colección de jerseys encima, sin llama junto al teclado… |