Entre quienes corrieron a salvar a Iñaki arriesgando su vida estaba el ruso Alexei Bolotov. El veterano montañero de 50 años trabajaba ahora en la apertura de un vÃa de ascenso al techo del mundo. Escalaba el Everest por donde nadie lo habÃa escalado. Un roca afilada fue serrando la cuerda de la que colgaba al bajar. Se precipitó finalmente al ceder ésta... Cayó hace dos dÃas a una profundidad de 300 mts., muriendo en el acto. Nuestro mundo tiene un déficit mucho más preocupante que el financiero. Es el déficit de "héroes" en una civilización en la que predomina el individualismo. Este mundo del "sálvese quien pueda", del "pelotazo express", de ambición hundida en esa sÃ, fatal montaña del lujo abusivo y el dinero, deberÃa mirar ahora a las faldas del Himalaya… Nuestra civilización necesita el testimonio de esta suerte de valientes que, llegado el momento, se olvidan absolutamente de sà mismos y de su familia (Alexei tenÃa mujer y dos hijos) para entregarse por entero al otro. Nuestra civilización sólo se salvará por un aumento de héroes y heroÃnas por kilómetro cuadrado, jamás por un aumento desnortado del consumo y la producción… HabÃa obtenido dos "Piolets de oro" por hazañas montañeras, pero para entonces él ya debÃa saber que el verdadero y preciado metal sólo se obtiene escalando más y más sobre el olvido propio y la donación al prójimo. Este ingeniero, que era considerado uno de los mejores escaladores del mundo, decÃa de sà mismo a propósito del rescate a Iñaki: "No somos héroes. Es una necesidad humana el ayudarnos los unos a los otros para sobrevivir todos juntos". Por si quedara alguna duda sobre la calidad humana del montañero ruso partido, aquà sus palabras en la entrevista de "Pura vida": "Nosotros, los rusos, tenemos muchas tradiciones heredadas de los militares. Rusia es un paÃs que ha participado en guerras y por eso es normal que nos haya quedado algún resquicio. Desde que nacimos nos han dado una educación colectivista por el comunismo. Lo hemos hecho siempre todo unidos; hemos ido juntos a la guarderÃa, luego al colegio, luego al trabajo… Siempre juntos, como un colectivo. Por eso no fuimos héroes al ayudar a Iñaki, lo hicimos porque sentimos que éramos un equipo. Y lo importante, al fin y al cabo, son las personas. Las montañas por sà mismas no significan nada, son solo piedras y hielo. Quien les da vida es el ser humano al subirlas y hablar de ellas; al vivirlas les da entidad. No podrÃa decir que el montañismo en sà es un deporte, porque aquà no hay mejores o peores. Esto no son los Juegos OlÃmpicos, donde uno es más rápido por tres segundos o porque ha saltado dos centÃmetros más. Aquà lo importante es que cada uno sea consciente de los lÃmites de su cuerpo. Además, la fama que consigues con el deporte, para el alpinista no significa nada. Eso que llaman gloria, para el alpinista no existe. Esto no es fútbol o tenis. No da dinero. Por eso no vamos ahà arriba en busca de éxito, vamos porque es lo que nos da vida". |
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