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MENORCA A PIE
15-25 de Mayo de 2022

En alguna primavera había que proseguir los pasos olvidados, la meditación andante siempre inacabada. Si elegí una isla fue porque las olas siempre acompañan de buen grado al peregrino recogido. A su forma no cesan tampoco nunca en su devota letanía.

Hoy a la mañana aún dudaba en abrazarla. Aventura es la palabra mágica que había desaparecido del diccionario. Es el reto que cada día se tornaba más inaccesible. No conozco la isla en la que, si Dios quiere, desembarcaré mañana. Ojalá se deje caminar, hollarla con amor desbordado. El sueño me sorprenda bien guarecido, sin poder sostener la mirada en su horizonte enrojecido.

Doy infinitas gracias a la Vida. Vuelven felizmente los viejos tiempos de la mochila al hombro, la devoción en el corazón y las flechas de múltiples colores desperdigadas por los suelos. Pueda hacer de cada uno de los pasos, un propósito de paz en medio de este mundo tan necesitado.

Mahon-Binisafuller

Hay caminos que no llevan a la catedral del Santo. Voy buscando bosques de roble, flechas amarillas y conchas de brillante nácar, pero me encuentro con muchas gafas negras y camisas hawainas sobre fornidos torsos nórdicos. Me pregunto si me habré equivocado al planificar este camino.

Sin embargo, el camino será santo si tú lo haces santo, si tus pensamientos son puros, si elevas tu mente. Es el caminante el que da significado al camino, por más que éste avance por derroteros imprevisibles.
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El brillo de su mirada escaneará tus lastres. Hay ángeles que no llevan alas, ni tocan con su arpa las sonatas de Bach. Se acercarán a ti simplemente para que intentes ser la bondad, la amabilidad, la ternura y generosidad que ellos representan. Cuando la Vida te sonría y te los coloque delante, graba su mirada, su bondad en tu retina de forma que su luz sea contigo en los momentos difíciles y de probación. Valía la pena volar a esta isla sólo por haber conocido a esos ángeles.
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Cuando ya tenía el billete a esta isla en el bolsillo, un amigo me invitó a acompañarle en una furgoneta hasta la frontera de Ucrania. Treinta horas conduciendo a medias sin parar para llevar enseres y acercar nueve refugiados. ¿O playas de ensueño o descenso a la profundidad del dolor humano...? Elegí las playas de agua pura. Escribo ahora con fondo de sonido de olas, pero no dejo de preguntarme si no debería hacer algo más por la paz y un prójimo tan necesitado. Cada paso intento que sea un paso de paz pero la llamada a un compromiso más firme te perseguirá siempre a lo largo del Sendero.


Binisafuller-Son Bou

Desayuno en la calita. Dando gracias a Dios por tanta maravilla. Ningún frío en la noche de los millones de estrellas, y a la mañana siguiente una entera Creación que se abre para ti. Pueda hacer de cada uno de los pasos hoy desbordada y permanente alabanza.
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Esto no es Senda compostelana con sus sombras, servicios, albergues, tascas populares... Calor, sed, agotamiento..., pero por encima de todo ello, desbordada belleza, una belleza por doquier que termina por hacer callar al cuerpo. Se resigna, no protesta, finalmente no molesta.

Sant Bou - Cala en Turqueta

No sabía que las playas mediterráneas pudieran sudar tanto de noche. Me desperté de madrugada en medio de la duna con el saco empapado y pasé frío.
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El Camino cobra sentido cuando se convierte en constante alabanza. Y este Mediterráneo de calas vírgenes, de acantilados imponentes, de encinares hasta la orilla... lo ponen bien fácil. Trato de no poner en exceso mi mente en los achaques del cuerpo y la logística, de lo contrario estas cavilaciones pueden enseñorearse. En ese caso malograría el Camino y éste representa una oportunidad única de alabanza sin fin.
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La devoción, no la banalidad, es la que está llamada a unirse con cada paso. ¿Cómo no dar gracias a Dios por tanta maravilla que cada momento?

Cala en Turqueta-Cap D'Artrux

Es probable que escondas la mochila en el rincón de nunca jamás. ¿A saber si regalaremos el bordón como el más preciado obsequio? ¿Quién adivina si ésta es una de las últimas locuras en esta encarnación? ¿Quién sabe si esto de coger el saco y la mochila, empezar a caminar y dormir donde se rindan las piernas, se volverá a repetir? Las últimas locuras hay que apurarlas. Cargo de presencia y conciencia estos días duros al tiempo que irremplazables.
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El peregrino pregunta bajo el sol inclemente donde comprar agua, pero le dicen que en muchos kilómetros no se puede encontrar. Al momento me sacan su gran botella y la comparten conmigo. Llenan mi cantimplora. ¡Bendito sea el Camino y sus gentes de bien!
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Los enclaves turísticos me hacen sentirme fuera de lugar, pero los necesito para aprovisionarme de agua y alimentos, para cargar el teléfono y después poderme de nuevo echar al camino solitario. Ya ni siquiera me atrevo a leer las noticias en el móvil por temor a agotar la batería. Contra mi voluntad, aún me siento más alejado del mundo en medio de estos tiempos trascendentales.
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A veces las pruebas no aparecen en las guías, los auténticos retos se acercan por donde menos las esperas. Al iniciar el camino el peregrino se propone avanzar con la mirada fija en lo Alto, pero se acerca a refrescarse en las playas y esa mirada, siquiera por breves instantes, se dirige hacia donde no debiera. No desesperaremos. Elevaremos mirada...

Cap d' Artrux- Cala de Blanes

Conviene ser príncipes y vasallos, turistas de primera y peregrinos sudorosos rendidos por el sol. Conviene esta inmersión en la falta de importancia personal. La isla me ha susurrando que la dignidad no se pierde por cinco días sin ducha, sino más bien por las costras que podemos acumular en la epidermis del alma. Muy bella experiencia, por más que también algo dura con este sol de justicia.

La isla me enseña a ser el último sin sonrojarme por ello, el sin techo que mendiga un enchufe para cargar el móvil y compartir estos sentimientos. Recorrer la isla esta siendo un ejercicio de humildad muy aleccionador. Dormir en playas, fortificaciones, bosques, porches... en medio de la geografía de la opulencia; caminar despacio por una isla sin peregrinos; tirar de bocadillo y fruta a la vera de las grandes terrazas y restaurantes; permitirte la barba en medio de los cutis apurados..., constituyen experiencias aleccionadoras. Nos ayudan a salir de nuestra habitual área de confort, a ganar seguridad y anclaje interno.
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Nos permitimos ser los últimos porque acariciamos el vuelo de vuelta de Ryanair en el bolsillo. Todo sea para mañana podernos manifestar más empáticos y solidarios para con quienes han mendigar algo más que un enchufe.
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Cada mañana las primeras calas te regalarán el espejo azul cristalino donde reflejarte, el frescor con el que lavarte el rostro, amén de un formidable desayuno de “yogour”, fruta, nueces y galletas de avena. Ni en el mejor "resort" de la isla... Cada mañana, cada cala en la que apeas la mochila y te bañas, te dará la oportunidad de recuperar vigor en el cuerpo, de manifestarte infinitamente agradecido en el alma.

Al sexto descansó...

Los caminos estaban imposibles con estos calores. Uno tiene que saber medir incluso sus locuras. Una pareja entrañable ha tenido a bien acoger a este peregrino en su masía en el centro de la isla . Se agradece el techo, la comida de plato y la buena compañía de estos amigos tras cinco días errantes por senderos a veces de fuego.

Los quesos no me salen todo lo redondos que se debiera, del pastoreo me limito a abrir y cerrar vallas, aún no muestro mayor habilidad en envolver los que van camino del mercado..., pero todo sea para llegar a la mesa con la conciencia de haber contribuido en algo.

Más de trescientas cabras cuidadas con cariño y alimentación ecológica. Más de doscientos litros de leche cada día y veinticuatro quesos. El otro mundo posible pasa inevitablemente por ese cuidado del animal, por ese deseo de proporcionarles las mejores condiciones de vida.

Mañana el sol dará una tregua y saldremos, si Dios quiere, de nuevo a los caminos, nos volveremos a quedar mudos ante las calas de ensueño. Seguiremos reportando...

Mesquida - Port D' Addaia

De nuevo felizmente la mochila en la espalda, los pies en los caminos y la devoción en los labios...

Graduarnos en nuestra capacidad de aventura es medirnos en nuestras fuerzas, tanto físicas como sobre todo interiores.

Nuestra capacidad de aventura representa algo de nuestra capacidad de hacer frente a lo improvisto, de romper de vez en cuando las rutinas, de salirnos de los raíles de la cotidianidad.

Nuestra capacidad de aventura puede ser indicadora de nuestra capacidad de entregarnos a una Voluntad superior, de hacer frente a nuestros miedos, de desapegarnos, de no tener que volver necesariamente todas las noches al mismo punto de partida, ni sentarnos todas las mañanas frente a la misma mesa. Sugiere nuestro anhelo por descubrir nuevas personas, lugares, situaciones.

Nuestra capacidad de aventura es también nuestro grado de confianza en nosotros mismos, seguridad de que somos asistidos en mitad de las dificultades y penalidades.

Nuestra capacidad de aventura está relacionada con nuestra capacidad de sentirnos vivos e inquietos en el sentido de no conformarnos con el panorama habitual, de mantenernos ávidos de nuevas y aleccionadoras experiencias.

La capacidad de aventura de quien suscribe ha mermado más de lo que quisiera, tal como he podido constatar en esta peregrinación que ya culmina mañana. Ojalá no termine de apagarse...


Port D' Addaia - Badia de Fornels
Séptima y última etapa

Un avión se levantará mañana en vuelo, dejando atrás los días de mochila a la espalda y las noches bajo las estrellas. Abajo quedarán los caminos y el silencio y la paz que me regalaron.

Realizar el circuito de la isla es hacer también tu propio recorrido interno con tus momentos de éxtasis y gloria ante las estampas que se abren, también con tus juramentos que sobran cuando el camino se alarga y las flechas te despistan.

Dar la vuelta a la isla es también "circumvalarse" a uno mismo, recorrer sus playas infinitas; gozar con sus pozos de agua dulce, con los verdes vergeles, con la acogida de los amigos..., pero también atravesar los pedregales y sus etapas sin gota de agua.

Dar la vuelta a la isla es conocerte un poco más y volver a la península con el horizonte ancho del Mediterráneo, con más conocimiento de tus cabos y golfos, o lo que es lo mismo de tus errores y defectos, de tus aciertos y virtudes.

Fuerza y fe renovadas nos acompañan. Nadie vuelve igual de las repetidas noches bajo la bóveda infinita, de las bahías cristalinas, de los caminos de fuego, tras haberse medido sin cantimplora con el mismo Astro Sol...

La isla nos ha preparado, grabado su moreno en la piel, sobre todo su belleza en la retina, su luz en el alma. Nos aguardan nuevos y hermosos retos a lo largo de todo el verano: Foro Espiritual de Estella (www.foroespiritual.org), campamento y peregrinación (www.aroa.eus). Podamos cumplir nuestra parte. El Cielo nos acompañe en estas hermosas andaduras colectivas...

 
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