En ese punto de mágica y gozosa unión interna nos anclamos. Ahora por fin comenzamos a conectar con el alma de la humanidad una, alcanzamos su esencia, nos aposentamos en ella. Ahora toca recordar lo que hemos sido, de lo que nos hemos vestido, los papeles que hemos cumplido... Tomamos imprescindible distancia. Fue muy largo y agitado el recorrido. Quede la seguridad de que no fue en balde. Ahà están nuestras manos y corazones unidos para certificarlo.Nos hemos hundido en el barro de las más diferentes trincheras, hemos agitado unas y otras banderas, hemos apretado el gatillo desde las más diferentes posiciones…, y ahora por fin comenzamos a recordar. Todo fue un sueño, un largo profundo y a menudo pesaroso sueño, pero estamos despertando, para ya nunca más olvidar. Estamos por fin emergiendo a la conciencia de la unidad indisoluble, la conciencia de unidad en diversidad, por supuesto en libertad. |