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"Nevemos el asfalto"

Nieva en Madrid tras la ventana. Va cuajando la blancura sobre un asfalto congelado. Las grandes y grises ciudades también se visten de maravilla y pureza. L@s guerrer@s de la luz también penetrarán oscuros asfaltos y no mermará su resplandor, no perderán su inocencia. En este artículo abordamos el candente tema de la necesidad o no de que los trabajadores de la luz adopten un compromiso ante los temas más acuciantes de nuestro tiempo.

Canta la nieve, en este fría mañana de moribundo Febrero, que no hay terreno vedado. Fuera no hay espacio prohibido, todo puede ser nevado, impregnado de maravilla. Más le costará a la nieve pura nevar por dentro, allí donde son las nuestras, las propias tinieblas, los no menos fríos asfaltos.
Sí, los guerreros de la luz incursionarán en política y no por ello perderán su brillo, olvidarán su sonrisa. Es hora de proclamarlo: la virginidad política y social no es una virtud de los trabajadores de la luz. Eso no implica un carnet en el bolsillo, pero sí una toma de posicionamiento ante los grandes temas que sacuden nuestro tiempo.

No meternos en ninguna trinchera política, no significa apostarnos en las nubes. No podemos caer en la tentación de acorazarnos en los cielos cuando a ras de suelo tanta gente se bate el cobre por un mundo nuevo.

Hemos de permanecer al margen de las veleidades partidistas del momento, pero no de los grandes procesos de trasformación a los que estamos asistiendo. No podemos ir detrás de ninguna sigla, pero tampoco podemos ir a la cola del esfuerzo por empujar nuestra humanidad hacia cotas más elevadas de civilización.

Una vez más habremos de explorar ese punto de equilibrio que nos permite ser protagonistas de los positivos avatares del momento, pero sin llegar al punto de adhesión a una opción en particular.

Escribo estas líneas en el intento de arrojar alguna luz sobre el tan controvertido tema de espiritualidad y compromiso político. De forma secuencial se desata en nuestras redes la reiterativa cuestión de si hemos de implicarnos los trabajadores de la luz en las contiendas políticas y sociales.

No deberemos tomar partido en política, pero ello no indica que hemos de quedarnos al margen del acontecer en este importante ámbito. Los trabajadores de la luz, los servidores del nuevo mundo estamos llamados a participar en las cuestiones ciudadanas siempre uniendo, siempre perdonando, siempre elevando, siempre trabajando por el bien de la mayoría y en especial por los más desfavorecidos. No podemos nunca desoír esa voz íntima que nos animará a buscar siempre la unidad y la armonía, la paz y la belleza, la elevación y la pureza allí, en absolutamente cualquier ámbito en el que nos impliquemos.

En estos tiempos de suprema confusión es preciso sentirnos más que nunca conectados a la Divinidad que nos habita. Es necesario volcar para adentro y pedir al Cielo amor y discernimiento y así después poder tornar sobre un mundo aún sufriente, aún desorientado, con testimonio de compasión, con visión positiva, con claves de esperanza.

Hora crucial
Asistimos a procesos colectivos cruciales, determinantes. Algo de todo esto ya sabíamos al tomar cuerpo en esta encarnación. El pulso entre progreso e involución se intensifica a todos los niveles, en todas las geografías ¿Los trabajadores de la luz de EEUU deberán mantenerse callados los próximos meses, cuando lo que se juega en sus presidenciales de fin de año, no es sólo el futuro de su propio país, sino, en muy buena medida, de todo el planeta? ¿Deberán permanecer ausentes en su “Nirvana” particular, sin intervención alguna cuando la reelección de Bush puede traer un aumento del armamentismo y militarismo a nivel planetario, un recorte de libertades, una mayor depredación de los recursos primarios, una depreciación de las instituciones internacionales, una falta de reconocimiento del Tribunal Internacional de Justicia, una arrinconamiento de la ONU etc. etc.?

A un nivel más limitado, otro tanto podríamos decir de las generales en España convocadas para el 14 de Marzo, donde las fuerzas de la reacción se pueden perpetuar en el poder durante otros cuatro años.

Tal como apuntábamos, en estos, como en otros tantos similares casos, no deberemos correr el riesgo de respaldar una determinada opción política, pues ello contravendría nuestra naturaleza de artesanos de unidad, mas ello no debe obviar un posicionamiento de respaldo generalizado a las fuerzas de progreso.

Las redes y medios de comunicación que estamos construyendo no deberían permanecer al margen de las grandes disyuntivas de nuestros días. Portal Dorado y la lista de la Red Ibérica aspiran a seguir fieles con su compromiso con el Cielo y con la Tierra. Nos consta que hay a quien incomoda este exceso de temas horizontales. Sin embargo "El camino vertical de luz es nuestra línea de intención espiritual: nuestra intención vital. El sendero horizontal es la extensión de nuestro servicio. El centro es el punto de tensión donde los dos caminos se funden y mezclan y donde el trabajo avanza". Buena Voluntad Mundial.

Felizmente nos vamos integrando en una nueva fase definida por el compromiso y el servicio a la humanidad. Resuena con fuerza el clarín celeste llamando a la adopción de mayores responsabilidades en medio de la humanidad. Cada vez más artesanos de la luz van al encuentro del mundo. La espiritualidad no sólo no está reñida con la entrega a nuestros semejantes, (la política puede ser elevada forma de servicio), sino que al día de hoy es el mayor reclamo que nos empuja a comprometernos.

Hay quienes preferirían para nuestros medios una opción exclusivamente vertical, de elevación humana, pero nos es difícil concebir un sendero ascendente, una carrera espiritual abstraída de la suerte de nuestros semejantes.

Hemos recibido diferentes críticas en estos años por incursionar en temas políticos en el ámbito de nuestras redes. Más recientemente hemos recibido mensajes, alguno en duro tono, en los que sus remitentes nos advertían del posible abandono de la lista de la RIL por este motivo. Les agradecemos la sinceridad y valentía en su manifestación, pero también, con todo amor, hemos de compartirles que hay otras muchas listas y portales en los que a nadie se sacudirá de su hamaca en el Nirvana. Ojalá puedan encontrar en otros espacios virtuales lo que con nosotros no hallaron.

Incurrimos en riesgo de bajas, pero en realidad no hay otra opción. Es preciso seguir la voz que viene de adentro, aún a riesgo de error. Podríamos dejar pasar temas particularmente delicados, pero sentiríamos dejar pasar también el tren de la vida con sus apuestas y retos colectivos que aceptamos encarar al encarnar en la Tierra. Podríamos dejar pasar cuestiones comprometidas regalando siempre análisis y mirada a quienes aún no contemplan el Plan evolutivo, ni la existencia de leyes divinas, ni la necesidad de atenerse en todo tiempo y lugar a ley suprema del Amor.

Reciente ejemplo
Recientemente escribí en Red Ibérica sobre un tema palpitante de la política española. El encuentro de Carod Rovira con ETA. Defendí y defenderé lo que considero un gesto valiente del dirigente catalán, vilipendiado por la mayoría de la clase política, por haber apostado fuerte al intentar el fin de la banda violenta mediante el diálogo. Dos suscriptores me han hecho saber que ése no es nuestro tema, que no debo utilizar la lista de Red Ibérica para tan polémica cuestión. Otro tanto me ha ocurrido con mi reciente posicionamiento antes las cruciales elecciones del 14M.

El diálogo con los violentos es uno de los temas pilares y controvertidos de la vida política española, asunto largo y complejo que procuraré abordar de forma muy resumida. Los trabajadores de la luz están llamados a apoyar siempre gestos de distensión, acercamiento y diálogo, a buscar salidas negociadas y pacíficas a los conflictos. Son por naturaleza defensores a ultranza de la vía no-violenta. Ello no obvia apoyar las vías policiales y militares que el Estado pueda implementar, cuando se trata de defender vidas humanas.(La ley divina acepta un mal menor para evitar uno mayor. Dicho de otra forma, justifica, sólo en última instancia, el uso de la violencia y la consiguiente desencarnación de un número reducido de personas, para posibilitar la sobrevivencia de un número mayor.)

Los trabajadores de la luz son los llamados a sacar a la humanidad de la espiral del ojo por ojo, de la inmemorial y fatal dinámica de acción-reacción-acción. Son los encargados de propiciar un salto cuántico colectivo catapultado por un amor incondicional. “Nueva era” es, antes que nada, superar por fin el paradigma de la confrontación en el que la humanidad ha estado encerrada durante milenios.

¿Cómo no vamos a respaldar a Carod Rovira, cómo no vamos a apoyar a todos los líderes y paladines del entendimiento y el diálogo, que son vituperados por unos dirigentes y sus masas sociales, que aún no desean atender al desafío de la reconciliación, acercarse al portal iniciático del perdón?

Hemos estado muchos años construyendo estos medios de comunicación para ahora callar en la hora de la verdad, en la hora de suprema convulsión y despiste. Para atacar sin piedad a los paladines del diálogo y la reconciliación ya están todas las teles, todas las radios a todas las horas. Nuestros medios, no seguirán ninguna directriz partidista, pero tampoco pueden ser neutrales ante tan cruciales asuntos. Conviene lo sepan quienes buscan cómoda equidistancia. Nuestros medios están a favor de los valores eternos de paz, perdón, justicia, reconciliación, libertad, fraternidad…, y de quienes los defienden.

¿Qué no es espiritualidad?
A menudo claman voces que invitan a distinguir y separar espiritualidad de política. Difícilmente podemos concebir esa estancia separada donde aparcar una espiritualidad alejada del resto de las actividades humanas. La espiritualidad es la vida misma en todos sus aspectos, tan sólo que elevada a superiores octavas. Espiritualidad es la forma en que besamos y damos los buenos días a la compañera, en que saludamos al panadero a la mañana, en que miramos a la montaña, la forma en que comemos y agradecemos. Espiritualidad es por supuesto la forma en que amamos, pero también que hablamos, nos movemos, vestimos, jugamos, reímos, dormimos…, la forma en que nos relacionamos con los reinos superiores e inferiores, también con estas máquinas que tenemos delante de nosotros. Espiritualidad es simplemente una forma más elevada de estar en el mundo, de vincularnos a nuestros semejantes y a cuanto nos rodea. Espiritualidad es participar en los asuntos que a todos nos competen, procurando siempre impregnar la vida pública de amor, justicia y compasión.

¿Pero es que hay algo que no sea espiritualidad? ¿Es que ésta se puede restringir a un espacio, a un tiempo, a una disciplina, a una asignatura, a una dedicación en particular? ¿Es que ésta sólo habita en nuestras salas inciensadas de fin de semana en las que alcanzamos un éxtasis cronometrado? Precisamente nuestro reto de seres consagrados al Plan consiste en espiritualizar toda la vida que nos rodea, elevar todo aquello que toquemos y en donde nos involucremos. Nuestra misión en la Tierra es inundarla, “nevarla” de quintaesencias divinas, es decir expandir sonrisa y gozo por doquier.

No creo en la doble realidad mundana y divina, como si el mundo hubiera surgido de generación espontánea y no tuviera como meta última espiritualizarse. La materia, el mundo entero están llamados a sutilizarse y nosotros somos los comisionados por el Universo para esta vital alquimia en el planeta Tierra.

Incluso la política se puede elevar y espiritualizar, incluso ella puede ser desinteresada, incluso ella puede escribir las más nobles gestas… Los discípulos y aspirantes, los servidores de la luz, estamos llamados a involucrarnos en la “res publica” so pena de dejarla en manos de las fuerzas de la involución. Los trabajadores de la luz somos los consagrados al Plan Divino, o lo que es lo mismo al Plan de progreso para nuestra humanidad. Somos avanzada de la Jerarquía y no deberemos olvidar nuestro sagrado compromiso por construir una civilización de cristal y puro amor, un mundo regido por seres evolucionados en sincero servicio a la colectividad.
No conviene separar la política, ni ningún otro aspecto de la actividad humana de nuestra vida interior, de nuestra vida espiritual. Todo es espíritu, también las piedras de los caminos, en una forma más o menos bruta o primaria. Todo es espíritu, sólo que en muy diferentes niveles de sutilización. Espiritualidad es la propia vida, en su versión cada vez menos densa, más pura, más bella, más luminosa, más generosa…

“Hay muchas estancias en los Reinos de mi Padre” (Jesús) y nosotros somos los escaladores. Conquistamos para dar, alcanzamos para ofrecer. He ahí la clave del progreso: compartir. El “top” que ahora podemos vislumbrar de amor, brillo y belleza, será el “kinder” del mañana, el “abc” de los mundos superiores, allí donde, si Dios quiere, nos reencontraremos. Allí también concluiremos que nuestro retorno a “Casa”, no es sino la conquista personal y colectiva de universos más elevados, de notas, colores más supremos, prístinas vibraciones que por supuesto invadirán todos los ámbitos, sin restricción alguna.

Con la ayuda del Cielo
Toca releer la realidad a la luz de las claves superiores que se nos van otorgando. Son años de trabajo construyendo nuestras redes y portales de nueva información, para que ahora callen en esta hora tan delicada, de tan atronadora puja entre las fuerzas de la evolución y de la involución. Sin embargo vayan mis disculpas personales si en ésta o en alguna anterior misiva con connotación política o social, no me expresé en equilibrio, no propicie armonía. A veces las palabras echan a correr raudas por la Red y uno difícilmente las atrapa.

Por lo demás, siempre con la ayuda del Cielo, procuraremos continuar en nuestra línea de compromiso. Éste es el juego de la vida, atender por encima de todo al Susurro de adentro y hemos decidido apostar a tope. ¡Mañana el Cielo nos culpe por haber errado, mas no por ausentes o indecisos!

¡El Amor del Padre-Madre celestial nos mantenga, más allá de nuestras eventuales diferencias, por siempre unidos!

¡Por los jardines y cascadas que a todos nos aguardan! ¡Por los maravillosos Mundos aún inconcebibles que juntos instauraremos! ¡Por la Paz, el amor y la justicia del Nuevo Reino! ¡Por la Nueva Civilización de puro cristal que codo con codo, corazón con corazón, con la ayuda del Cielo, conquistaremos! ¡Fiat Lux!

* Última hora: Al ir concluyendo estas líneas recibo una llamada telefónica desde Venezuela en solicitud de socorro espiritual por la grave crisis política que de nuevo allí atraviesan. Me viene a la mente los debates que ya hace dos años se desataron en las redes a causa de la decidida implicación de trabajadores de la luz en la lucha por las libertades en este país. Un debate similar se instaló en los grupos de nueva conciencia mexicanos con ocasión de las elecciones de Junio del 2000 en su país, cuando se tornaba urgente apear a un PRI corrupto y desgastado tras 75 años en el poder.

Volviendo a Venezuela, me vienen a la mente un Antonio Briceño (Fundación “Amor en acción”) y otros muchos hombres y mujeres amig@s, consagrados al Plan que se adhirieron muy activamente al empeño popular de restauración democrática aún no culminado. Por ellos, por los servidores del mundo que trabajan en situaciones difíciles, por su generoso y de seguro triunfante esfuerzo, por las antorchas de luz, justicia y libertad, allá y en cualquier lugar que se encuentren.

 
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