Veamos cómo recibimos los momentos de prueba que tuvimos ¿cómo un castigo injustificado...? ¿Cómo un desafÃo que nos ayudarÃa a ser más fuertes...? En esos momentos ¿cuál fue nuestra relación con nuestro Padre...? ¿Confiamos en la sapiencia de su amor y nos entregamos a su voluntad...?
Y en los momentos de alegrÃa ¿nos acordamos de Dios? ¿compartimos nuestra felicidad o nuestras ganancias? “Un buscador de los placeres como tú lo eres, debes tratar siempre de ser tanto productor como consumidor.†Compartir las alegrÃas es una bella y productiva manera de amar a nuestros hermanos.
Muchas veces se piensa que estas festividades, deben perder su importancia cuando se está en el camino espiritual, sin embargo no es asÃ, por el contrario, para los que tratamos de seguir las huellas de Jesús deben ser un motivo mas para celebrarlas, pues “la religión inspira al hombre a vivir valerosa y alegremente sobre la tierra, combina la paciencia con la pasión, la compenetración con la dedicación, la simpatÃa con el poder y los ideales con la energÃaâ€.
Estamos despidiendo el Año ya Viejo, aprovechemos esta ocasión para deshacernos de todo lo viejo e inservible de nuestra vida, recordemos que Jesús nos dice: “en el reino de mi Padre, habréis de transformaros en criaturas nuevas, las cosas viejas habrán de perecer, he aquà que Yo os muestro que todas las cosas se han de renovar.â€
Pero junto con deshacernos en forma consciente de lo malo que nos haya tocado vivir, no nos olvidemos de agradecer las muchas cosas buenas que nuestro Padre, nos ha concedido y que si lo pensamos bien, son muchas más de las que creemos... el sólo hecho de estar vivos y estar en el Camino... son bienes que no tienen precio.
El año 2005 ya casi es pasado, de él sólo nos pertenecen los momentos conscientes y las experiencias que hayamos logrado extraer de nuestra vida. Pero ante nosotros tenemos ¡un Nuevo Año! Está sin estrenar, ojalá nos convenciéramos que en gran medida, él puede ser, lo que nosotros nos propongamos que sea porque ¡¡¡CON DIOS TODO ES POSIBLE!!!
Pido al EspÃritu divino, que su presencia siga estando junto a nosotros, manifestándose en nuestras acciones cotidianas, para que cada uno, sea un apóstol fiel, capaz de iluminar con su ejemplo a muchos otros, porque â€muchas almas pueden ser conducidas mejor hacia el Dios invisible, si se les enseña primero a amar a sus hermanos a quienes si pueden ver.â€
Hago votos para que el 2006 esté lleno de bendiciones que nos permitan expandir nuestro espÃritu y sentir la presencia de Dios en nuestro interior, porque si Él está con nosotros, todo irá bien, cualquiera sea la situación que nos toque vivir.
Al dar este Año los abrazos, hagámoslo con la mente, el corazón y el espÃritu, que ese momento seamos nosotros mismos y con lo mejor de nuestro Ser, para que los buenos deseos para el 2006 no sean un ritual más, sino que sean la convicción de que como hijos de Dios podemos hacer un mundo mejor, sólo basta creer y actuar de manera tal, para que Asà Sea.
Y como “la verdad divina, no debe ser desechada porque el canal de su trasmisión sea aparentemente humano†yo junto con mi cariño y mis buenos deseos quiero invitarlos a escuchar e imaginar lo que un dÃa imaginó Jhon Lennon....y que nosotros podemos ayudar en el 2006 que se haga realidad...
Imagina... es fácil si lo intentas
Imagina a toda la gente
Viviendo el hoy
Imagina que no hay paÃses
No es difÃcil hacerlo
Nada porque matar o morir.
Tampoco ninguna religión
Imagina a toda la gente
Viviendo en paz
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que un dÃa te unas a nosotros
Y el mundo será uno
Imagina que no hay posesiones
Me pregunto si puede
Ninguna necesidad por codicia o hambre
Imagina toda la gente
Compartiendo este mundo
Puedes decir que soy un soñador
Pero no soy el único
Espero que este 2006 te unas a nosotros
Para que el mundo sea uno.
Basado en las enseñanzas del Libro de Urantia por Yolanda Silva Solano. |
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Al terminar el año, hagamos un pequeño balance de lo que él ha sido... Revisemos nuestras cuentas, veamos cuanto hemos recibido y cuanto hemos dado, cuanto hemos hecho fructificar los dones recibidos, no basta el agradecerlos, hay que multiplicarlos y compartirlos con nuestros hermanos. 
