Allà estaba con toda la belleza desbordada al tiempo que medida, sin ninguna concesión al alarde. DebÃa disipar la duda. Daba un paso hacia a ella para acercarme, verla mejor, desafiarme más a mà mismo y envolverla en más luz, pero el guardaespaldas se inquietaba. El del pinganillo que la protegÃa daba también sus pasos hacia mÃ. A la vista de mi interés, quizás pensó que podÃa hacer algo, pero el no sabÃa que yo estaba allà para amarla, no precisamente por ser mujer, no por ser bella, sino porque sus pensamientos y postulados están muy distantes de los mÃos, porque se hallaba allà sin parar verbalmente de disparar a quienes yo trato de defender. No hay duda. Por eso estaba me encontraba ante ese desafÃo tan inesperado, tan matutino, para abrazarla, para lograr amarla fraternalmente. Nada es porque sÃ. Nada detiene los pasos acelerados por casualidad. ¿Sino de qué aparece en el asfalto, justo a la vera de donde una generosa alma tiene a bien cobijarme en la gran ciudad? El frÃo quizás se extienda, quizás prolongue sus heladas si llegan al poder. ¡Ojalá sobren los abrigos de invierno! Barcelona siempre dispuesta a sorprendernos, siempre retándonos… Barcelona 15 de Febrero de 2019 www.koldoaldai.org * Imagen obtenida hoy a la mañana con mi teléfono móvil |
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