No sé si era ese sol en mitad de un invierno por fin aterrizado, no sé si eran los ecos, que por doquier se escuchaban, de las tamborradas en sus últimos ensayos, no sé si es la capitalidad europea recién estrenada... Quizás un poco de todo, el caso es que Donostia estaba soberbia esa mañana. Voy muy de vez en cuando y cada vez la veo más hermosa. A veces pienso que todo el pasado convulso de confrontación y sufrimiento desemboca en este presente privilegiado de recién inaugurdas paz, armonÃa y reconciliación. No paro de dar gracias... Hoy habÃa cantos populares en el Boulevard. No es difÃcil emocionarse conociendo algo de nuestra muy reciente historia. Ese mismo lugar ha sido durante décadas escenario de guerrilla callejera. Durante décadas era una rutina a menudo casi diaria a la que llegamos a acostumbrarnos. El paisanaje urbano fue siempre de trinchera. Bolas de goma, botes de humo por un lado y piedras y adoquines por el otro. |