Quizás ése era el Boulevard que hemos estado persiguiendo a lo largo de toda la historia, más allá de los nudos en la garganta colectiva, más allá de tan variados tumultos, de tan prolongada convulsión y algarabÃa. Se trataba seguramente del final de muchas largas y sufridas carreras. Pensé en ese mismo Boulevard a comienzos del siglo XX, viendo desfilar a los hombres que marchaban a morir en Ãfrica. Recordé la misma avenida rebelde de la República disfrutando conato de libertad temprana. Me vino a la mente ese mismo Boulevard vestido de negro, ufano tras arrasadora y cruel “victoria†en septiembre del 36. Pensé en un Boulevard valiente, ya dignificado, testigo de muchas movilizaciones cargadas de entereza, de una ciudadanÃa que reclamaba derechos elementales, decidida a sacudirse la noche terca. En la memoria se elevaba también el humo de las barricadas, de tantos autobuses quemados, la bronca una y otra vez escenificada. Me alcanzaban los gritos de “hijo p…†y ¡pumb!, bote de humo del uniformado, asà durante muchos, muchos años… Asà era nuestra ciudad hasta que felizmente la tomaron ellas. Ninguna de esas pretéritas avenidas era comparable a la que el domingo las mujeres llenaban de color, ilusión y ánimo emancipador. Las corredoras más jóvenes no han conocido felizmente esos otros Boulevares en blanco, gris y negro. El Boulevard del Lilatón perdurará. No volverá ninguno de los del pasado. Las victorias del otro mundo anhelado y posible, no son tras encono y batalla, no atienden ritmo castrense, no las anuncian las cornetas de ningún ejército…, sino la “trikitixa†de esas animadas jóvenes en el kiosko, haciendo música y catarsis, bailando y sacudiendo las pesadillas del pasado. La historia avanza y todas esas mujeres alegres, empoderadas, con mucha fuerza en sus piernas corredoras, pero sobre todo con mucho ideal en sus corazones nobles, lo han hecho posible. Cuesta dejar la ciudad en las primeras luces de su alba, al inaugurarse los nuevos y prometedores boulevares, al cumplirse las sabias profecÃas de los nuevos tiempos. No en vano, ya lo anunció el heroico presidente: “Se abrirán las grandes alamedas por donde pasen los humanos libres para construir una sociedad mejor…" (Salvador Allende). Eskerrik asko! Donosti 10 de Marzo de 2019 * Imagen del Diario Vasco correspondiente a un Lilatón anterior. |
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