Urgimos más de esto en el panorama claroscuro del celuloide. En cuanto el chico enfunda las medias, en cuanto vuela la primera pluma, en cuanto llega la crisis matrimonial, sientes ya romper cercana la tormenta, sin embargo en las dos horas de metraje ésta no termina de llegar nunca. Pese al alejamiento de sus mundos, pese a la dureza de la situación que enfrentan los protagonistas..., no terminan de desembarcar las palabras agrias. No hay recriminación en ninguna conversación, nadie levanta nunca la voz. Eso ya la convierte en una cinta única. No encontraremos la bronca de rutina, el jaleo de siempre. El desenlace es nuevo, aunque ocurriera tan atrás. Eso es lo que hace de "La chica danesa" un pelÃcula tan digna de ver. La compañera inseparable está imbuida de un desbordante sentimiento de compasión, compasión en la punta del pincel, en el fondo de la mirada, en la epidermis de cada caricia... No es fácil encontrar una pelÃcula cargada de tanta mutua comprensión. Estamos tan necesitados de este género de films; estamos tan invadidos de lo otro, de la pelea, de la discordia y el rencor..., que por eso traemos la reseña a este muro, nos permitimos recomendarla. La cinta de Tom Hooper es también una oda a la fidelidad, fidelidad más allá de muchas dificultades y fronteras, más allá incluso del género y el sexo. |