No seremos nosotros, y menos desde Occidente, quienes sugiramos que ha de amanecer tras el “niqabâ€, el “chador†o el “burkaâ€. Teóricamente cada quien palparÃa y buscarÃa la luz que necesita. Ellas serÃan las dueñas de sus miradas y sus cuerpos, ellas graduarÃan el ancho de sus horizontes, serÃan las hacedoras de sus destinos…, pero en la práctica, su tradición cultural y espiritual no se lo ponen a veces fácil. ¿Podremos abrazar al tiempo una y otra causa, la del diálogo interreligioso y la justa apuesta de ellas en el contexto árabe, o será una quimera…? La jerarquÃa de valores teóricamente está establecida, en la práctica resultará más complicado. Por supuesto primero ellas y sus derechos inalienables, antes incluso que el encuentro con la media luna. Sin embargo la postración, el olvido, la marginación…, sin ir contra el decálogo de manual, nos sitúan a menudo ante un mundo demasiado del pasado. ¿Cómo modulamos ese diálogo con el Islam, cómo manifestamos por ejemplo nuestro apoyo a reivindicaciones de emancipación como las de “Femenâ€, sin que nadie se sienta ofendido, ni interprete resquicio de islamofobia? Sólo la verdad y la compasión pueden desarmar al adversario, en este caso a quienes persiguen con sus brutales piedras arrojadizas a esa joven tunecina. Más lejos se sitúa el contrario, más amor tocará derrochar. Sin embargo se escapa inevitablemente por alguna rendija que no logramos tapar, cierta admiración por el coraje y valentÃa de estas mujeres que reclaman en justicia la libertad de su compañera huÃda. Arriesgan en verdad con su torso desnudo. Pujan con valor por esa libertad cercenada. Tanta opresión y marginación en tantos paÃses, durante tanto tiempo…, se tenÃa que desbordar un dÃa. Llegaron las redes, las nuevas tecnologÃas y asà aconteció… "Mujeres de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Irán, Irak, Siria, Jordania, Arabia SaudÃ, Omán, Bahrein, Emiratos Ãrabes Unidos, Afganistán, TurquÃa, Pakistán e Indonesia: ¡cambiaréis el planeta con vuestro valor! Quien fue oprimido será libre, quien era débil será fuerte. ¡Nuestros cuerpos sólo nos pertenecen a nosotras!...â€, rezaba el comunicado de “Femen†France, distribuido a través de su cuenta de Facebook tras la protesta de la capital del paÃs. Nos adherimos a ese clamor, nos unimos también en la apuesta de acercamiento entre los credos. Nos sumamos con gusto en un rincón de su alfombra a la oración con los hermanos que profesan la religión del Profeta, que desoyen las “fatwas†medievales y que nunca arrojarán esas piedras. ¿Será que a veces deseamos abrazar demasiadas cosas, aspiramos a abarcar ideales y valores que pueden llegar a contraponerse? ¿Cómo haremos para afinar la mirada objetiva, para desnudarnos también de subjetivismos que nos impiden observar la realidad social, apoyar las expresiones y pujas nobles, de la forma más abarcante, pero a la vez menos contradictoria? Abrazamos toda la riqueza que nos aporta el Islam. No estaremos completos hasta no lograr vibrar dentro de nosotros/as todos los nobles latidos y sentires con los que se identifica hoy el humano en sus más diversas caras y culturas. Nos postraremos sin esfuerzo alguno en alabanza y respeto hacia la Meca, nuestra oraciones ya retumbaron en otros templos y santuarios diversos… Pero también cantaremos libertad para Amina, libertad para todas las mujeres que sienten sus pasos limitados a la hora de avanzar por sus calles, por sus arenas y desiertos; libertad para las mujeres que, con o a pesar de su tradición, están resueltas a ir en pos de sus propios destinos. |
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