Política y paz | Una sola humanidad | Espiritualidad | Sociedad | Tierra sagrada

EL PROBLEMA NO SON ELLOS

Cada día me apasiona más leer este mundo, pero mi lectura jamás podrá ser útil al progreso de la humanidad, mientras que no se desnude por entero de rencor. Yo quisiera ser como los que jamás se alteran.

Me indigna que Ernesto Arnaldo, una persona tan significada por su ideología reaccionaria, sea mañana un miembro, nada más ni nada menos, que del Tribunal Constitucional. Me afecta que amigos cercanos defiendan públicamente la dictadura de Daniel Ortega y le limpien su cara brutal. Me solivianta que Putin utilice a madres y niños muertos de frío para minar la Unión Europea…

Sin embargo yo sé en el fondo sobradamente que el verdadero problema no es ni Ernesto Arnaldo, ni Daniel Ortega, ni Vladimir Putin..., sino Koldo Aldai y su falta de paz y su emocionalidad mermada de equilibrio y su déficit de amor. Ellos sólo contribuyen a tu indispensable graduación en serenidad y sosiego. Lo que está en cuestión no son ellos que deberán responder por sus propias y más que cuestionable actuaciones, el problema eres tú que contaminaste el mundo con tu animadversión incontrolada. No sólo una mente clara, sino una compasión que alcance a la más supina ignorancia, al más criminal egoísmo. No sólo un análisis acertado, sino un corazón desbordado.

Leer la prensa y no alterarte, observar el mundo y no soliviantarte. He ahí lo que aspiro. No sólo luz para analizar la actualidad, sino armonía interna para no añadir más crispación. He aquí mi más firme y poderoso anhelo esta noche. Quiero remontar en imprescindible altura. Antes de lanzarme al reparador y ojalá luminoso sueño, quiero barrer la basura emocional que también vertí hoy sobre este panorama sufrido, sobre esta tierra urgida de genuino amor sin fronteras.

 
   |<  <<    >>  >|
NUEVO COMENTARIO SERVICIO DE AVISOS

 
  LISTA DE COMENTARIOS