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INTIMIDAD Y REDES SOCIALES

Hay un ámbito para lo público y otro para lo privado. No conviene mezclar. Las Redes Sociales pertenecen evidentemente al ámbito de lo público, estrechan la comunicación entre amigos, conocidos y personas afines.

La comunicación de lo privado ha de limitarse por lo general a lo privado. Las Redes Sociales aparecen como tentación fácil para desahogarnos con los problemas y conflictos del ámbito privado, pero no son el espacio adecuado. Hay que acotar la tensión a su ámbito, de lo contrario estaremos exportando conflicto. Las Redes son expresión de una alma colectiva que las gentes de buena voluntad tenemos el deber de elevar.

Desparramando nuestros conflictos nos debilitamos, por muchos “likes” que sume nuestra catarsis, nuestra causa partidista. Bajamos además la vibración colectiva. Sólo la personalidad, la naturaleza inferior se nutre del conflicto ajeno. ¿Alguien desconocía por qué triunfa Tele 5?

Cuando utilizamos el teclado para desahogarnos tenemos que saber de los destinatarios/as a quienes va dirigido. Los problemas privados se transmutan en ese ámbito, en el ámbito protegido que crea una vela, una encuentro sereno e íntimo. La Luz sí se exporta. Las victorias, las efemérides, los valores… que afloran desde lo privado, sí serán siempre a divulgar, pues representan buena nueva. Toda alegría, toda buena nueva es digna de ser compartida; todo lo que es bello, entrañable, todo lo que alienta la unión humana es susceptible de dar a conocer.

No convienen dejar públicamente a la otra parte confrontada en mal lugar, el daño que hacemos públicamente al otro/a nos lo hacemos a nosotros mismos. Adquirimos una deuda. Si me desahogo en la Red, bajo la vibración de la Red y nunca olvidemos que tenemos un compromiso con ella.

 
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