La noticia que abre hoy los periódicos nos anima a creer que quizás no estábamos del todo equivocados. Hoy hay cinco millones de emigrantes sin nudo en el estómago, ni amarga lágrima en sus mejillas, cinco millones de "sin papeles" que no están reuniendo sus enseres y haciendo las maletas, que no se están despidiendo de sus familiares y amigos; cinco millones de hermanos, la inmensa mayorÃa latinos, que seguramente no tendrán que volver a su geografÃa de precariedad y que podrán intentar un futuro más próspero y con mayores posibilidades, gracias al empeño de Obama y lo suyos. Aún con las cámaras sin mayorÃa, el presidente ha dado un mazazo en la mesa y ha dicho que ellos se quedan. Hoy hay cinco millones de personas, cinco millones de razones para afirmar que la era Obama no fue baldÃa. Asumimos de buen grado las crÃticas que hemos recibido y seguiremos recibiendo por este apoyo. El mandatario por encima de todo ha de estar impregnado, no tanto de cálculo polÃtico y estrategia, sino de humanidad y de generosidad. Nosotros decimos: "Gracias presidente, gracias por la acogida, por no meter en miles de aviones a millones de personas de vuelta al sur. Gracias por su valentÃa y la de buena parte de su pueblo." La historia sabrá colocar a cada quien en su lugar debido. * En la imagen una mujer escucha el mensaje del presidente Obama sobre las medidas migratorias mientras toma la mano de sus dos hijos en Los Ãngeles, California. Fuente "El PaÃs" |
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