Nunca quejarnos de los tiempos que corren, nunca maldecir la hora, tampoco vituperar el nuevo liderazgo que recién emerge. Vencer la tentación de lamentarnos de las nuevas figuras que se adelantan. “Hoy es un buen dÃa para ponernos en marcha...â€, que dijo ayer el expresidente Obama recordando a Mandela. Hoy es un buen dÃa para no ceder al pesimismo… Callo en mà la crÃtica que quiere alcanzar los labios, que quiere hacerse con el teclado. No le daré opción. Obligo a esos dedos a teclear para la esperanza. Obedecen, me recuerdo que hemos venido a levantar, siempre a construir, no a derribar. No debieran asustarnos los titulares de los periódicos, la reacción que exhibe músculo. No luchamos contra ellos, apostamos por unas nuevas relaciones, por construir un mundo más fraterno, verde y solidario, que reluzca en todas direcciones, que logre incluso ganar sus corazones. No hemos venido aquà a lamentarnos. Para eso mejor nos quedábamos al otro lado, para eso mejor no bajar, no tomar cuerpo. Hemos venido a sabiendas de que no iba a ser fácil, de que Ãbamos a ser probados, de que la apuesta era a largo plazo, de habÃa que darse por entero y hacerlo con generosidad y alegrÃa. |