¿Hablaban acaso de diferentes cÃrculos humanos? ¿Podemos llegar a pensar que media alguna diferencia entre las “Constelaciones†de Bert Hellinguer y el “Interser" de ThÃch Nhất Hạnh? Ambos nos refieren el mismo, sagrado y cuasi-infinito Aro, la misma galaxia de genuina e inequÃvoca comunión, la misma ancha familia planetaria a recordar y recomponer. Dicen que los vÃnculos que unen a los Grandes Seres son más estrechos que los que nosotros conocemos por lazos de sangre. Es pues llegada la hora de unirnos los diferentes movimientos espirituales serios y responsables, los que abogan por ejemplo por que todos estamos unidos en una gran “Constelación†de seres cuyo alcance nos desborda; los que sugieren que no somos nosotros solos, que somos “Interserâ€, que somos con, por y para los otros, que sólo hallaremos nuestra realización en ese nivel de colectiva identidad. El Maestro Tibetano ya acuñó hace setenta años el mismo concepto y lo pregonó a través de Alice Bailey. Nos proporcionó igualmente una identidad que desbordaba la primera persona. Nos reveló la idea, quizás algo más restringida del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo (NGSM). Dwhal Khul a través de su fiel e incansable amanuense inglesa nos reveló la pertenencia a una gran familia planetaria con divisa de servicio, glosó la misma humanidad profundamente unida, que ha decidido dar un paso adelante en el compromiso altruista. Un solo Plan, una sola y divina Trama. Están dejando la carne, por más que el Maestro vietnamita felizmente aún nos acompaña fÃsicamente con su cuerpo cansado. Están partiendo con su misión sobradamente cumplida. Nunca lleguen a considerar que su entrega fue en balde. Artaza 23 de Septiembre de 2019 |
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