No paso hambre, ni necesidad. FrÃo lo justo. No tengo más piel para más ropa, ni más armario para más objetos. No necesito más cosas. Necesito más calma, más comprensión, más compasión..., pero el Black Friday no me coloca al alcance nada de ello. No quiero más cosas; quiero más cimas, más bosques, más amaneceres… pero el delirio del consumismo no considera nada de ello. Necesito más tiempo, más arena, más playa, más paseos con amigos..., pero no los he visto listados en ninguna oferta de este viernes negro. Necesito más humanidad en mi interior, más verdadero anhelo de compartir y cooperar...; necesito acordarme más de la suerte de mi hermano en apuros, más generosidad en la cotización a las ONGs…, pero nada de ello anuncian en las pantallas y neones de hoy. Black Friday para todos, sobre todo para quienes sà necesitan comprar, para quienes tienen sus pieles desnudas y sus despensas vacÃas. No sé cómo se manejan los aparatos de última generación. El ordenador ya va lento, el coche casi a pedales..., pero no necesito más cosas. La felicidad no me la traerá más cola en ninguna caja para comprar lo prescindible, sino que otros puedan hacer cola para adquirir lo imprescindible. Otros puedan disfrutar de lo que Dios me ha otorgado en demasÃa. |