La frase aúna convencimiento, esperanza y toneladas de fe. Por eso no somos ajenos al escalofrÃo cada vez que se pronuncia, cada vez que él la pronunciaba muros carcelarios adentro. “Egin iribarre, irabazi egingo dugu eta†("SonreÃr que vamos a vencer"). La sentencia unida a su carisma y resistencia ha mantenido en vela, en alerta a toda su militancia. Quien ha acuñado esa frase, jamás debÃa haber pisado la cárcel, simplemente porque es de las personas que más ha hecho por la paz en el PaÃs Vasco. En España vivimos anacronismos que no acontecen en toda Europa. En España todavÃa se encarcela por opinión. Cuando las armas estaban aún calientes, Arnaldo Otegi y sus más allegados, comenzaron su itinerario para convencer uno a uno a los violentos de que era ya hora de dejar la lucha armada. Uno a uno y a lo largo de años fueron ganando para la paz a los corazones tomados por la rebeldÃa violenta. Pocos desconocen su enorme e incuestionable contribución a que ETA dejará de matar. El dirigente abertzale no tiene delito de sangre alguno y sin embargo ha permanecido en prisión desde el año 2011. Se le acusaba de intentar recomponer la antigua Batasuna a iniciativa de ETA. Luchamos también para que no nos gane el rencor ante tamaña injusticia, en ello estamos. Sin embargo no nos lo ponen nada fácil. El 1 de Marzo el candidato a lehendakari saldrá finalmente a la calle, sin embargo la caverna polÃtica ya urde para que no se pueda presentar a las próximas elecciones en nombre de la izquierda abertzale y ya quieren prohibir también los homenajes programados en Donostia y Elgoibar a su salida de la cárcel. Hemos de señalar que ideológicamente poco tenemos que ver con Arnaldo. No creemos en nuevas fronteras y además la izquierda abertzale tiene el deber ético ante la comunidad vasca y la comunidad de España de pedir sincera y nÃtidamente perdón por la complicidad con la brutal violencia etarra durante muchos años. Pero con la misma firmeza que pedimos a la esfera independentista ese imprescindible mea culpa, pedimos al Partido Popular que abandone de una vez por todas su polÃtica de tan poco noble revancha. Otegi jamás debió haber sido encerrado en la sombra, pero ahora por lo menos que permitan los homenajes, que le dejen figura en las farolas y grandes paneles de las próximas elecciones vascas. ETA desaparezca para siempre y el Partido Popular cese en tan vengativa polÃtica penitenciaria. Los dirigentes polÃticos son al fin y al cabo recordados cuando son capaces de elevar el sentimiento de las masas hacia unas cuotas de mayor generosidad y nobleza, cuando trabajan por la reconciliación, no cuando tratan, a toda costa, de perpetuar esa antigua y caduca confrontación. Artaza 23 de Febrero de 2016 http://www.KoldoAldai.org |
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