Sólo si sabemos perder podremos un dÃa ganar. En lo que se refiere al poder, hemos de ser, si cabe, más exigentes. Saber perder es el mÃnimo suelo ético exigible a un mandatario. Las pataletas no son propias de ninguna arena, pero menos de la polÃtica. Flaco favor hacen a sus pueblos los dirigentes que no se retiran con cordialidad y agradecimiento, aquellos que se agarran al poder, aunque las urnas les hayan apeado. El mejor dirigente es el que encarna ejemplo de ética y honorabilidad ante la ciudadanÃa, el que da la bienvenida al relevo, no el que se enfurece o altera cuando no soplan vientos bonancibles. Flaco ejemplo el de Cristina Fernández de Kirchner ante los argentinos, flaco favor el de Nicolás Maduro ante los venezolanos, al faltar a sus victoriosos adversarios, al demostrar tan poco arte en el perder. Flaco obsequio al dejar tan lamentable herencia de un pueblo confrontado. El mandatario chavista llama al “rearme revolucionarioâ€, pero no sé con qué se va rearmar ese revolucionario, si se desnuda de la elemental humanidad. En el lado opuesto del espectro polÃtico, a este lado de las aguas ¿cuántos y cuán afilados dardos no ha recibido desde España la señora que gobierna en Alemania? Pero llegó la hora de la verdad, llegaron las oleadas de hermanos refugiados a las puertas del paÃs y ella se jugó el tipo. Se jugó su puesto en el gobierno, se la jugó en su propio partido por abrir esas puertas. Encontró una tozuda oposición, pero ella no cedió. Dicen que esa señora es de derechas, pero cada vez nos importan menos los colores. Ante los tristes espectáculos de esa izquierda latinoamericana, uno ya no está en ninguna parte, mejor dicho está en todas donde haya un mÃnimo de humanidad. Vamos dejando atrás las ideologÃas, cada vez nos dicen menos. Vamos abrazando valores y a quienes los encarnan. Los valores nunca fallan, son. Están ahÃ, al alcance de cualquiera. No exigen pedigrÃ, ni curriculum, ni siquiera cuota mensual. No demandan corbata, ni tampoco pañuelo palestino al cuello. Los valores de dignidad, nobleza, pureza, servicio, entrega…, están ahà para cuando rompemos el carnet, para cuando nos olvidamos de la afiliación, de lo que fuimos y seremos y nos entregamos al momento, a la valentÃa de dar lo mejor, lo más generoso de nosotros a favor de un prójimo sin fronteras. Arteixo 11 de Diciembre de 2015 http://www.KoldoAldai.org |
|
|
|