En la España del siglo XXI, nadie puede negar a una mujer, si asà es su voluntad, el derecho a interrumpir libremente su embarazo, tampoco Gallardón, ni siquiera Rouco, pero más allá de todo el ruido mediático a favor y en contra de ese derecho incontestable, habrá que aguzar discernimiento, prodigarse en compasión. Primará hacer silencio, oÃr el latido que emerge. Más allá de las proclamas banderizas, será preciso atender a lo que nos quiere decir la criatura en ciernes, tratar de escuchar su mensaje silente. Más allá de todo el jaleo que se organiza alrededor del delicado tema, habremos de intentar llegarnos hasta ese ser indefenso que aspira a ver la luz, sintonizarnos con él y tratar de sentir su real anhelo. ¿Cómo dividir en dos el amor, cómo partir el verso o la alabanza? La reverencia a la vida es una e indivisible, ya se exprese ésta en forma de nana al borde de la cuna, ya se manifieste en forma de pacÃfica acción en la defensa de un bosque o de un ecosistema amenazado. El abrazo habrá de ir ajustándose más y más a la necesidad y menos a la conveniencia. Estamos hablando en definitiva del viaje de cada ser, del trayecto ineludible del “yo†al “nosotrosâ€, del mà y mis cuitas a la Creación y su Plan, que a todas luces nos desborda. No sólo clamor en las avenidas de las ciudades, también responsabilidad para con nuestra siembra, con la semilla colocada en la tierra fértil del vientre de la madre. Todos fuimos semilla, de ahà el compromiso de cuanto depositamos en fecundo suelo. Quizás la vida sea más ancha de lo que pensábamos, quizás hay latido más allá de los ecos que escuchábamos o imaginábamos. Reguemos la semilla, auspiciemos la vida. Hagamos de éste un mundo más amable, más fraterno, más colmado de mutua ayuda y cooperación, de forma que toda semilla germine y todo “nasciturusâ€, que no “fetoâ€, alcance la luz. Creemos las condiciones apropiadas para que nadie fuerce la marcha atrás, para que la nueva vida no sea ahogada, ni el aborto consumado. No hay ninguna cruzada que levantar contra el aborto. Todas las cruzadas siempre se malograron, ya se libraran en Jarama, Belchite o Tierra Santa. A lo sumo hay un amor a contagiar, una compasión a susurrar, una semilla a invitar a custodiar. La cruzada alienta y llama a la contra-cruzada, la espiral de mutuo agravio no se detiene y mientras tanto el nuevo latido sigue apagándose. Libertad de la mujer por supuesto, sagrada libertad que ningún togado, ni purpurado deberá tocar, pero igualmente sagrada la criatura. Con el mismo o añadido vigor que voceamos el derecho al libre albedrÃo, habremos de interiorizar la importancia de nuestra custodia. Somos custodios de todos nuestros hermanos, ya deambulen, ya se refugien aún en la más candorosa cueva. Somos parte de la red maravillosa de la Creación. Albergamos compromiso innato en el mantenimiento de ella. Somos parte de un entramado, cuya magnitud desconocemos. Nos hemos acostumbrado demasiado a vocear, a pedir, a reclamar, pero ¿qué es de quiénes aún no tienen formados sus labios, su garganta para airear su voz…? Desnudémonos de todo prejuicio polÃtico y religioso. Caminemos solos, junto con nuestra avidez de sano conocimiento, hacia los grandes interrogantes de la vida. Abriguemos la valentÃa de abrazar no sólo nuestra libertad, sino también la que está en camino, de palpitar con lo que se arranca a palpitar. Maternidad libre por supuesto, pero maternidad y paternidad cada vez más conscientes y responsables. No sólo derechos, igualmente responsabilidades. No sólo pedir, reclamar, sino también regalar; dar calor, susurro, alimento, amparo…, al igual que nosotros/as lo recibimos antes y después de salir de ése, el más bendito templo, el vientre de nuestras madres. * Imagen obtenida de la web: http://www.lune-de-suchet.com/ Post Data: Algunos de vosotros/as ya sabéis que en los últimos dos años he estado metido en la redacción de un libro sobre el aborto. Lleva por tÃtulo “Muda canción de cunaâ€. Con este trabajo he tratado de encarar el controvertido y delicado tema desde una perspectiva de conciencia. Si estáis interesados/as por la cuestión, os puedo enviar el libro gratuitamente por correo electrónico. |
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