Subimos a la montaña a gozar de esa estampa celestial. Remontamos la Sierra hundiéndonos paso a paso en la blancura, hincando en la nieve cada vez más agradecimiento. Hoy lo he entendido un poco más. El pleno brillo de la nieve nos ciega. No podemos mirarlo durante largo tiempo, apenas podemos posar nuestros ojos sobre ese paisaje celeste. Como es Arriba es abajo. La pureza nos cegará, mientras no seamos más pureza. Cuando un amigo me ha visto a la mañana que enfilaba de esa gisa hacia la montaña, me insistÃa que llevara gafas de sol, pero yo no tengo gafas de sol. Un dÃa podremos mirar ese paisaje cautivador sin necesidad de gafas, inundarnos de ese brillo sin necesidad de cerrar los ojos. Aún nos falta prepararnos para este sol fÃsico y su correspondiente sol espiritual. Necesitamos protegernos de unos y otros soles, de una y otra luz, hasta que brillemos más, hasta que llenemos cada una de nuestras células de más luz y brillo. ………… Marcha ya la nieve de casa y los rededores. Apenas nos deja un recuerdo que devora veloz el prado. Sólo Dios sabe cuándo volverá. ¿Recordaremos mañana su mensaje, recordaremos que de repente todo se elevó a otra dimensión, a otra esfera? ¿Habrán recogido nuestros corazones tu inmensa blancura? ¿Recodaremos que viniste de los Cielos para elevar nuestro pálpito y anhelo? Vuelve nieve, vuelve, que ya astillamos nueva leña, vuelve antes de que nos gane el olvido de que vinimos para ser pronto tu pureza. ………… La solidaridad humana siempre por delante. Es verdad que hay personas que lo están pasando mal a causa de "Filomena". Nuestro pensamiento con ellas, pero también es verdad que la vida necesita vestirse de blanco y los coches detenerse y hacer sitio al encuentro humano, al juego y a los muñecos de nieve. Algún dÃa el ensordecedor tráfico se tiene también que parar y el humo cesar y nosotros respirar a pleno pulmón en medio de la M 30. Es verdad que dos personas incluso han muerto, nuestra oración con ellas, pero en algún momento necesitamos también ver todo de otro color y levantar nuestros sueños y fantasÃas del asfalto. Necesitamos urgentemente salir a unas vÃas silenciosas, reÃrnos en medio del blanco, tirarnos amables pelotas de nieve... Necesitamos un alto en medio de esta carrera que tantas veces no nos lleva a ninguna parte. ………… Bendito amanecer de tantos resplandores. No aspiramos a nada más. Lo más verdadero siempre nos sorprende desnudos o en pijama. Ni siquiera nos abrigaremos. Nacemos para una mañana tiritar, más de emoción que de frÃo, ante ese ensueño. Brotamos en la carne para un dÃa despertar, abrir la ventana e inundar la habitación de aire helado; para toparnos con ese paisaje inmaculado, para en algún temprano Enero poder encarnar esa bendición, esa blancura. Pocos mensajes tan universales, eternos y a la vez rotundos como el de la nieve. Podamos leerlo desde la humildad y sinceridad a la que el paisaje impoluto también nos concita. Nosotros también seremos su pureza sin mácula. Vestiremos los montes y los valles de adentro, la geografÃa de nuestros pensamientos y emociones con su noble y pristina blancura. No buscaré la leña seca, en el corazón del bosque sólo quiero encontrar tus pasos, hermano/a del alma, tu presencia igualmente urgida de blancura. Vamos a unirnos en la cumbre soñada, en los picos que intiman con los Cielos. A la postre éramos para citarnos y retarnos ante el blanco suspirado, ante las Realidades que jamás pudimos soñar. A la postre de todos nuestros Caminos, sólo lograremos hermanarnos, para jamás separarnos, en la infinita blancura de nuestras almas. |
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