¿De qué seremos dignos/as? ¿Cuál de las infinitas moradas del Padre-Madre nos corresponderá en heredad? ¿Qué tamaño su jardÃn, qué perfume sus flores, qué color su tejado...? ¿Qué vista desde su balconada...? No es la cuenta del banco, ni de los bienes en la tierra, ni de la seguridad social…, es la Cuenta que no está registrada en ningún ordenador fÃsico, la que en verdad nos deberÃa interesar. ¿Cuál es el balance de cuanto hemos sentido, pensado y obrado en esta última estancia en la tierra? ¿Cuánto hemos vivido por y para el prójimo, cuánto por y para nosotros mismos? Personalmente me intriga ese balance. |