Los autores que han llevado una vida de renuncias, que han vestido túnica y cuentan con la experiencia de la vida monacal a sus espaldas, nos regalan valiosas y concretas pautas para ser cada día más paz y serenidad ocurra lo que nos ocurra. El libro desgrana esas “ocurrencias”. A lo largo de él van pasando los avatares de la vida que tratan de exiliarnos de nuestro centro y en ese “exilio” ya se nos agotó el tiempo, ya vivimos todo lo que tuvimos que vivir. “El guerrero atento” nos describe las diferentes “telenovelas”, ya sean fama, enfado, orgullo, ficción de muerte…, de las que somos invitados a tomar distancia hasta convertirnos en “hijos del sol, bailando con pura luz, alegría sin fin que ilumina la noche”, hasta llegar a ser “sólido como una montaña, fresco como una flor, libre como una nube en el cielo, tranquilo como el agua quieta que refleja una preciosa vida humana…” |
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