150 euros y adiós para siempre. Las velas de las noches de amor se apagan de repente y los apasionados besos se esconden y los insistentes “te amo†nunca existieron. Nos falta compromiso con la misma piel, con el mismo pasado, con los mismos labios. Nos falta anclaje humano. De muelle en muelle no hay glorioso destino.
Hay muchas epidermis, de los más variados colores y texturas, pero el alma acostumbra intimar con otra alma. Demasiados barato despejar la palabra dada, borrar el “sà quieroâ€.
Fidelidad no es una palabra de Iglesia. Con esa excusa, la hemos desaparecido del diccionario, pero el deber se ha sacudido ya toda adherencia de incienso. Ahora nos jugamos en ella la ética de un futuro libre de imposiciones ajenas. “Fidelidad†es la terrorÃfica anatema, que somos llamados a recuperar por coherencia. Cuando por fin nos instalemos en ella, todo el dinero del mundo no valdrá para vender un compromiso de por vida, unos labios reunidos, unas almas de la mano.
Artaza 13 de Junio de 2019
* Imagen del El PaÃs. Más info:
https://elpais.com/…/20…/06/12/madrid/1560335079_366393.html |
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