Damos gracias porque tenemos tiempo y hemos podido coger aviones y barco y coche de alquiler y ponernos en ese bendito mostrador y ejercer el mejor oficio del mundo, el más agradecido, que es el de dar comida al necesitado. Hemos podido contribuir a satisfacer la necesidad fÃsica de quienes tanto han sufrido.
Damos gracias porque el amanecer nos regalaba, al despedir el ferry, una nueva y sorprendente geografÃa por descubrir; porque hemos caÃdo en una isla maravillosa y cogido un cochecito pequeño y podido correr entre las casitas, los olivares y los limoneros. Damos gracias porque los compañeros de Zaporeak nos recibieron con los brazos abiertos y enseguida nos largaron con confianza los cuchillos y pudimos agotar las manos y cortar verdura hasta hartarnos.
Gracias porque hemos tenido en suerte también reunirnos con gentes de diferentes paÃses, cada quien con sonrisa más ancha, con ideal más noble en su corazón. A primera hora de la mañana sin tiempo a asearnos siquiera, nos invitaron a conocer a los voluntarios de "ChÃos eastern shore response team". Hemos estado con escoceses, griegos, mexicanos, argentinos, norteamericanos... Clasificaban y ordenaban ropa en una gran nave para después repartirla a los refugiados. ¿Puede haber más satisfacción que el ver a las naciones unidas, a las gentes de los más diversos paÃses trabajando juntas por los más débiles, en un espÃritu de plena confraternización? ¿Qué mayor gozo que participar de su cÃrculo, de sus risas y afanes? Todos los sinsabores del largo viaje empujando muchos kilos en la maleta, merecÃan la pena para vernos de repente rodeados de toda esa gente de buen corazón.
Gracias por cada instante en medio de la necesidad, porque estamos donde queremos estar, cumpliendo, en medio de esta geografÃa tan afortunada, la tarea que deseamos realizar. Ayer estuvimos en el Pireo. Quieren desmantelar ese campamento junto a Athenas. Aquà también en la isla hay diferentes sectores que están por el cierre de los campamentos. Llega el verano y los refugiados desentonan en la estampa vacacional... Hicimos una actuación de payasos sobre el asfalto mojado del muelle, en medio de una caótica marabunta de niños incontrolados. Justo a lado de donde actuamos, tenÃamos un gigantesco ferry atracado. Es el que unas horas más tarde nos traerÃa a ChÃos. Morfeo nos ganó. Era tal el cansancio y la falta de sueño que pasaron las islas de Ulises y los escenarios mÃticos de la IlÃada y nosotros ni siquiera nos enteramos, no desembarcamos en ninguno de ellos. Las condiciones del campo de refugiados del Pireo eran mucho más duras que las de los tres existentes aquà en la isla.
El campamento en el que ya hemos estado repartiendo comida con Zaporeak, Souda, está junto al mar, a la vera de una playa de piedras, con la sensación de paz e infinidad que proporciona el Mediterráneo. El Pireo también está junto al mar, pero aquello son muelles de cemento y grandes y ruinosas naves. Allà es todo un inmenso asfalto al lado del ruido de la carretera, la autopista y todo el trajÃn portuario. No caben, ni apretadas todas las gracias... Gracias igualmente por este aparato encima de las rodillas, que nos permite comunicarnos y dar constancia de que la causa de la solidaridad universal también avanza en este perdido rincón del Mediterráneo....
ChÃos 7 de Mayo de 2016 |
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