Me dirijo a todos los hermanos con quienes hemos compartido profundos, mágicos, inolvidables momentos de fraternidad y que ahora sin embargo comprobamos con pena que una distancia que no conseguimos cerrar, se abre entre nosotros. Los momentos de tensión y convulsión fuera nos alcanzan para medirnos por dentro. Nada es por casualidad. En estos tiempos de graduación y prueba somos graduados en la mente y en el corazón, en discernimiento y compasión. Intentemos pues, antes de saltar al teclado, crear paz interior de forma que nuestro pensamiento y palabra sean los más elevados posibles y no caigamos en la fácil tentación de calificar y juzgar la alteridad y sus supuestas intenciones. Las responsabilidades se acrecientan y por supuesto deseo en primer lugar poner la mÃa por delante. Soy consciente de la responsabilidad que contraigo al cuestionar públicamente el comportamiento de un Estado y su "legalidad" a la luz de las Leyes que están por encima de las de este mundo. Soy consciente de la responsabilidad que tiene la palabra escrita, que tiene proyección en Redes y periódicos. Arrancamos una semana crucial y desde este rincón deseo hacer una apelación a la profunda reflexión interior sobre el papel que estamos jugando en medio de este conflicto que tanto nos ocupa. Diariamente recibimos crÃticas y a menudo ataques que nos llegan por defender dos cuestiones que consideramos elementales: un marco en el Estado y en Catalunya de más firmes y consolidadas libertades, asà como el apoyo incondicional a una salida negociada al conflicto catalán. Hoy pregunto aquà sin ningún ánimo de crÃtica, ni de crispación, ni de echar más leña al fuego, si cada uno de los hermanos, amigos y conocidos que se han puesto del lado del Gobierno de la nación en estos momentos tan cruciales, han tomado también conciencia de la responsabilidad que ello implica. Por favor nadie lea estas letras en clave de ataque. Me pregunto si se han metido en la celda de uno de los Jordis, privados de libertad, por ir pacÃficamente tras un ideal que no compartimos, pero que por supuesto respetamos. Me pregunto si se han puesto en la piel de quienes pasaron verdadero miedo en la la jornada del 1 de Octubre simplemente por pretender ejercer su derecho a voto. Me pregunto si se han puesto en el lugar de los dirigentes nacionalistas que se han sentado en el banquillo y ahora tienen que pagar, nada mas ni nada menos, que 5 millones de euros por organizar un referéndum consultivo… Me pregunto si en un esfuerzo de comprensión al que nos debemos se han puesto en la posición de los millones de catalanes que ven herida su dignidad como pueblo, al querer el próximo viernes el Gobierno Central hacerse cargo de los resortes principales de la autonomÃa catalana. Me pregunto si se han puesto en el lugar de quienes verán impotentemente que unos agentes lejanos quieren tomar el control de sus Instituciones más queridas. Me pregunto si se han puesto en el corazón de quienes diariamente son ofendidos y vilipendiados desde la enorme maquinaria propagandÃstica del Estado, simplemente por defender cÃvicamente sus objetivos polÃticos. Me pregunto si se dan cuenta de la responsabilidad que contraen al apoyar a uno de los Gobiernos más autoritarios de Europa en su arbitraria pretensión de cercenar, bajo la excusa de la “unidad de la nación†y defensa del orden constitucional, las más elementales libertades… Invito a la reflexión seria, profunda y serena sobre lo aquà planteado. Invito a no pasar al ataque. Invito a no tacharnos una vez más de nacionalistas a quienes no queremos que Catalunya se segregue de España. Tenemos en nuestro corazón a la otra Catalunya que una y otra vez con razón nos recuerdan: una Catalunya constitucionalista que defiende al Gobierno central y su actuar en esta crisis. Ninguna Catalunya ni es, ni va ser marginada, porque si un dÃa lo fuera, saldrÃamos con la misma fuerza que ahora defendemos la libertad de decidir, a defender sus incontestables derechos. Estamos en este jaleo, y lo volvemos a repetir por enésima vez, porque creemos firmemente en la primera Ley del Universo, la Ley que nos habla del imprescindible Libre AlbedrÃo de las personas y los colectivos para poder actuar y por lo tanto evolucionar. Estamos en esta apuesta porque esa Ley, situada muy por encima de las leyes de la Tierra, está aquà y ahora siendo gravemente cercenada por las autoridades de esta nación. Con respeto, con ecuanimidad, con serenidad, no cejaremos jamás en su defensa. Vendrán Gobiernos más amables, sensibles y comprensivos resultado de una conciencia de la ciudadanÃa acrecentada. Llegará la hermandad, llegará también la España unida, nuestro verdadero y sentido anhelo, pero una España unida en la libre voluntad de las partes, no una España que trata de gestar ficticia, débil y quebrantable unidad desde la imposición. El Cielo nos dispense su Clara Luz para que cada dÃa podamos ver con más y más discernimiento; para que cada dÃa podamos actuar con más y más amor, más y más comprensión y compasión. Con profundo y fraterno abrazo. Artaza 23 de Octubre de 2017 www.koldoaldai.org |
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