No le pidas imposibles a la madurez, confórmate con lo mucho que ya te otorga. Agradece las carreras sin fin, el amor sin fatiga, las danzas sin descanso… Agradece las cimas que has coronado, no las que en esta encarnación no podrás alcanzar, los estrechos lagos en los que aún braceas, no los mares anchos que ya no atravesarás. En la madurez repara en las partes del cuerpo aún engrasadas, que responden y funcionan, no limites tu atención a las otras que llaman la atención con su dolor, desgaste o afección. No son los compuestos vitamÃnicos, no es la antinatural "viagra", ni el exceso de celo por el cuerpo..., es la pÃldora milagrosa, el fármaco mágico de la aceptación. Tomar conciencia de las limitaciones es sacarle brillo a la madurez. Ésta será bella en tanto en cuanto no le pidas el vigor con el que ya no te puede inundar. La arruga ralentiza, no imposibilita. Cada dÃa nuevo, por deteriorada que se encuentre tu urna corporal, merece su alabanza. Honra lo que tienes, no ancles tu mirada ni en el pasado, ni en lo imposible. En la madurez no des oportunidad a la nostalgia, tan sólo al agradecimiento. Volverás a la Tierra, si está en Ley, con una vestidura corporal renovada. Volverás a empezar con una salud y una fortaleza que te permitirán continuar tu carrera evolutiva, atravesar los mares, coronar las cimas, vivir ese sin fin de aventuras que ahora tan sólo dejas apuntadas en la lista de los “cosas pendientesâ€â€¦ * Imagen retocada. Reciente caminata a pie a lo largo de la isla de Menorca. Arteixo 19 de Octubre de 2022 |
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