El Subcoyote era el más libre, el más aventurero y “hippie†de los Gigantes que el Cielo ha tenido a bien que conociéramos, seguramente por ello tan cercano y querido. En esta prematura orfandad no nos extraviaremos. No dejaremos de engrasar los ejes. Seguiremos empujando la Aventura colectiva, rodando las nobles aspiraciones. Amaneceremos en Selva de luz, color y nueva vida. Ahora te lo podemos confesar... Nuestro mayor sueño fue subir a tu Caravana, rodar sin parar por selvas, montañas, aldeas perdidas..., en esa aventura de entrega sin fin. Una y otra vez nos sorprendÃan los vehÃculos con todo su barro y arcoiris en la curva de nuestras programas y aspiraciones. Siempre encontramos una excusa para sortear el avión, para no alistarnos en la más hermosa y dura de las aventuras, para no darlo todo por los mil y un vericuetos de la América hermana... Arriba deben necesitar más Caravanas de almas dispuestas a darlo todo... Si parten tantos "comandantes", si se suman hoy tantas orfandades, sólo puede ser porque el Cielo quiere mucho de nosotros y nosotras, sobre todo de nuestro afán unido. No encuentro otra explicación a esta "estampida" de fundamentales referentes. Siempre tras tus pasos querido Subcoyote. Un fuerte fraterno abrazo a las alianzas de México y América. Nuestro homenaje, entrañable Alberto, será seguir avanzando en comunión diversa, empujando las Caravanas del Arco Iris, la unión de todas gentes que custodian una Semilla. Siempre unidos en tu recuerdo alumbraremos Aurora. |
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