PodrÃamos prometernos siempre el mar los unos a los otros; procurar al hermano arena cálida, conchas sonoras, islotes de ensueño..., nunca ya más confrontarnos, combatirnos. PodrÃamos sembrar el camino con polen para que nadie se despistara hasta la orilla, ya no enterrar minas con las que el compañero salta por los aires. PodrÃamos pasarnos la caracola para que todos escucharan el sonido de las olas y no el ruido de las bombas. PodrÃamos prometernos cosas bellas, sueños imposibles, retos compartidos, auroras rojas, hayedos sin fin… PodrÃamos prometernos la luna, el sol y las estrellas; comprometernos con tantas cimas en el arranque de este esperanzado 2024. Sobre todo podrÃamos cerrar para siempre el ayer de lejano Océano; clausurar el pasado en el que nos mantuvimos de espaldas al mar, al Horizonte sin fin, a la gloria de vivir como hermanos y hermanas. Artaza 4 de Enero de 2024 |
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