Estos dÃas estoy leyendo un libro maravilloso sobre la vida San Pablo, escrita por el maestro espÃrita, Francisco Cândido Xavier. Una y otra vez, acurrucado en las sábanas de franela, cuando me invade la fuerza y el coraje del apóstol que llevó la buena nueva, el espÃritu del amor fraterno por Medio Oriente, Grecia y Roma, me pregunto cómo actuarÃa hoy el heroico servidor de Tarso. El otrora “talibán†de la Ley de Moisés seguramente no predicarÃa en las plazas de hoy el evangelio del Nazareno, seguramente su evangelio en nuestros dÃas serÃa más silente, más de testimonio y ejemplo. Muchas veces pienso en el Sur, en el compromiso solidario pendiente con los desheredados de la Tierra, pero ahora también , mientras que tecleo junto al fuego de la cabaña, siento que aquà y ahora, desde este Norte austero, ghandiano estamos haciendo igualmente por el Sur. Estamos demostrando que una vida sencilla y por lo tanto solidaria, puede ser tan feliz o más que otra rodeada de sobrado confort y bienes materiales. Estamos demostrando que la Tierra podrÃa ser un jardÃn poblado de sencillas cabañitas, colmado de comunidades que colaboran y comparten. Esta mañana al tomar el té caliente, he pensado que estamos donde tenÃamos que estar, levantando un nuevo mundo al alcance de todos y por supuesto sostenible en el futuro; estamos construyendo la nueva cabaña de nuestro amigo Memo, abriendo zanjas para llevar agua a nuestras pequeñas casas del bosque, cocinando las alubias con llama de leña… Cocinamos el potaje igual que el mañana, a muy lento, pero esperanzado fuego. Seguramente no tenÃamos que estar en AntioquÃa, ni en Corintio, ni en Tesalónica creando iglesia..., seguramente no tocaba estar en el Sur de la mano de una ONG..., seguramente ahora correspondÃa estar junto a este fuego, a la vera de esta ventana escribiendo estas “epÃstolas†para la nueva trama de hermandad. Estamos también creando una red de nuevos “cristianosâ€, una red de hombres y mujeres que optan por una vida alternativa, respetuosa y reverencia para con la Tierra, nuestra Madre. Fomentamos una nueva red de solidaridad universal, de amor crÃstico sin fronteras entre todos los “gentilesâ€. En este sincero afán, podamos concitar el apoyo del Cielo. * SI alguien desea el libro de San Pablo mencionado, se lo envÃo encantado por correo electrónico (koldo@portaldorado.com). Me lo han facilitado desde el Centro EspÃrita de Coruña. |
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