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SERIES

Le han colgado tantos premios a “Shogun†que me he asomado a ver su trailer. Es asombrosa la capacidad del humano de recrear la historia con tanto realismo, de permitir sumergirte en otros mundos pasados, en escenarios desaparecidos. No me importaría ver algún capítulo…

Sin embargo las series tienen algo de ausencia de nosotros mismos. Al otro lado del velo, finalizada nuestra encarnación, quizás nos pese el tiempo prolongado que pasamos bajo la piel de otros.

No veo series, aún no consigo visionar con atino la mía propia. Sofá y series conforman un lejano exilio de nosotros mismos. Nunca se había practicado tan asiduamente esta singular diáspora de nuestra geografía interior hasta el presente. En un libro aún recreas la ficción, en la pantalla te lo dan todo hecho.

Intentaremos vivir nuestra propia vida, aún con todas las consecuencias, cobrar más protagonismo sobre nuestros enteros días. El tiempo en la tierra es un tiempo de privilegio. Hundirnos diariamente en el sofá con la serie de turno tiene algo de desconexión, de sumirnos en la vida de otros. Siquiera por momentos perdemos las riendas de nuestro propio destino.

Más crisis, más botón "play". Podemos asomarnos a vidas ajenas, pero no conviene anclarnos en ellas. Cada día se torna más imperioso vivir nuestra propia vida, nuestra propia apuesta, no la de otros.

* Imagen: fotograma de la serie "Shogun"

Artaza 16 de septiembre de 2024

 
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