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CUEVA SOLEADA

Debe haber muchas cosas que no hice bien. Sólo pido a Dios la suficiente luz para llegar a verlo y enmendarme. Pensé demasiadas cosas equivocadas… Pensé que los árboles anhelaban sentirse abrazados, por más desenvaináramos la tijera y a veces la sierra para poder alcanzarlos. Pensé que los bosques se ofrendaban al humano para habitarlo, para caminarlos en silencio y respeto, para erigir en su corazón los nuevos altares acordados. Debía estar errado…

Pensé que el refugio de la caravana era mejor que la dura intemperie. Que había que inventar techos como fuera, aunque la lluvia recordara la uralita. Pensé que los colchones de acogida era preferible que no se mojaran, que la colección de mesas no se ajara... Sobre todo pensé que ganabas el derecho a la Palabra cuando te entregabas por entero, que antes que el Aro Sagrado era preciso alcanzar serio compromiso.

Después de todas estas graves equivocaciones tu nombre rueda por los suelos revuelto entre el polvo y el barro. Ni por un instante se te ocurra rescatarlo. Déjalo pudrirse. Tu nombre no era nada. Las cartas de la bruja buena me vistieron con la capa de ermitaño. Busca una cueva profunda que el sol bese sólo por las mañana, busca el arrepentimiento hondo que te permitirá arrancar de nuevo.

Será preciso esperar para poder volver a entrar. Habrá que tener paciencia para poder sumar de nuevo corazones y voluntades. Hemos vivido Cielo y tinieblas en el lapso de pocos días. Sólo pido a Dios una Luz que nos ilumine. La verdad siempre acaba aflorando. Ya no saldremos más a la batalla, ni siquiera por el nombre. Todo lo vivido no sea en balde. El dolor traiga su debida recompensa de Luz y de Amor.

Caión 15 de Agosto de 2025
www.koldoaldai.org

 
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