Los hechos absolutamente reprobables, que el propio ex-polÃtico de Sumar ha reconocido, no deberÃan hacernos olvidar su contribución en el pasado al progreso de nobles causas. El señalamiento mediático y polÃtico bien podrÃa ir también acompañado de la valoración del reconocimiento inmediato por parte del victimario de los lamentables hechos cometidos. Errejón no se ha escudado, por más que un sonoro perdón convendrÃa le pusiera de nuevo ante los micrófonos. La inmensa mayorÃa de los personajes públicos que faltan, violentan o roban lo niegan hasta que la justicia los acorrala. "He llegado al lÃmite de la contradicción entre el personaje y la persona…†Podemos dilapidar al joven dirigente o podemos también, tras la condena rotunda de su comportamiento con las mujeres, entrever una cierta voluntad de rehacerse a sà mismo. A la luz de su crÃptica comunicación parece pesarle ese reiterado “entrar a sacoâ€. La retirada de este hombre hoy vilipendiado, su necesidad manifestada de rehacerse en su ámbito privado, nos habla también del fracaso de la ideologÃa, como entramado intelectual de artificio, como frágil cobertura llena de goteras. “El patriarcado†no era el problema. La ideologÃa sigue echando balones fuera. El desafÃo era nuestra propia condición humana, la necesidad de afrontar y dominar nuestra persistente naturaleza inferior. Del dicho al hecho habrá el trecho que queramos individual y colectivamente acortar. Quizás no se trate tanto de adherirnos a la etiqueta, cualquiera que sea la terminación en “istaâ€, de pasearnos ufanos por las grandes avenidas en las fechas del calendario combativo, sino de imprimir más congruencia y responsabilidad a nuestros dÃas, ternura en la yema de los dedos al yacer con la compañera. Quizás no tanto proclamar a los cuatro vientos nuestra adhesión al color morado, sino tomar en nuestras manos los sábados por la mañana la escobilla del water y los domingos la escoba del salón. El "monstruo" de rostro aniñado y gafas redondas que tan inquisitorialmente señalamos fuera, puede morar y revolcarse en nuestros profundos subterráneos. ¿Cuántas veces nuestra prisa engulló el imprescindible y dulce susurro? No debieran rasgarse tantas vestiduras. Errejón nos ha confirmado que una cosa era la pancarta y otra el dÃa a dÃa; que la ideologÃa puede ir disociada de los valores que dice proclamar. Puede desenvolverse desnuda de principios, carente de máximas elementales. ¿Cuántos no nos habremos igualmente arrepentido alguna vez en nuestras vidas por habernos precipitado en exceso, por haber dado prioridad a la condición más animal que nos habita? ¿A cuántos no nos faltó en algún momento, a lo largo de nuestra existencia, una mirada más calma, un poco más de amabilidad en el revolcón? La ideologÃa podÃa ir por un lado y la vida real por otro, por lo menos hasta que estallaba el despropósito, hasta que el abuso la delataba. La ideologÃa, siempre pasajera, muere hoy malherida por sus sempiternas contradicciones. Dejar los “ismos†atrás y abrazar valores eternos es lo que puede salvar al humano. Tras superar el tiempo de las ideologÃas y las doctrinas prestadas de todo orden, el humano estaba destinado a reencontrarse, redescubrirse y comenzar a renacer. Estamos en ello, ojalá también este polÃtico que ose a entonar rotundo “mea culpaâ€. Es preciso levantar todos los pestillos en los que se fraguó nuestro atropello. Es preciso un rearme de valores universales que no caducan, comenzando por supuesto por el respeto exquisito y sagrado del otro. Coruña 27 de Octubre de 2024 www.koldoaldai.org www.velouriz.org |
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