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Francesc Torradeflot o la arrolladora fuerza del diálogo

No es fácil encontrar alguien tan firmemente comprometido con el diálogo interreligioso. De su fe en el encuentro entre los credos ha hecho empeño cotidiano y profesión. Experiencia, buen hacer y hondo compromiso humano, le pusieron a la cabeza de la organización del Parlamento de las Religiones del Mundo (Barcelona 7-13 de Julio). La fuerte implicación desde hace tiempo de él y de su equipo, UNESCO Cataluña, en estas tareas mediadoras, son garantía del triunfo de tan esperado evento.

Ha elevado “el arte de saber escuchar” a la categoría de ley. Un hombre, por nombre Jesús, le mantiene siempre abierto ese oído imprescindible, amén de una boca de amable e impecable verbo. Buen gestor, pero aún mejor estratega. Sabe dónde, cuándo y cómo encarar la intransigencia, su mayor desafío en esta militancia ecumenista, en la que se halla empleado de cuerpo y alma. Sabe cómo abordar a los popes del fundamentalismo que se va encontrando aquí y allá, un día sí y al otro también. Difícilmente los “ayatollads” de las más variadas túnicas y colores, se podrán sustraer a la fuerza de la palabra, a la convicción del argumento de este catalán, grande en tamaño, enorme en sus convencimientos.

En medio del frenesí organizativo, están ya ultimando las innumerables ponencias llegadas de todo el mundo, hace un hueco para esta entrevista. A lo largo de la charla, y como asustado por su propia elocuencia, insiste una y otra vez que me participa de sus muy personales opiniones, pero que no desea implicar al Parlamento en estas declaraciones. Se le van las palabras. Le duele la sola y remota posibilidad de herir a alguien, pero a la vez tiene tanto que contar al mundo…

Una oportunidad única de encuentro

¿Cuál es el origen del Parlamento de las Religiones del Mundo?
El origen del Parlamento está relacionado con la Exposición Universal de Chicago de 1893. La Exposición, celebrada en plena expansión económica de los EEUU, tenía una finalidad industrial y comercial. Se trataba de dar a conocer los últimos avances científicos y técnicos.

Un sector de este emergente empresariado sintió que el progreso industrial podía ir acompañado de un progreso ético. Por ello acordaron convocar un encuentro de las religiones del mundo. Creían que la ética que debía de guiar al progreso no debía de ser exclusivamente una ética de EEUU, como potencia mundial. Consideraban que para que su sistema económico tuviera éxito, debía abrirse a otras culturas, a una visión ética auspiciada por otros credos y religiones. En definitiva, la espiritualidad debía de acompañar al progreso económico.

Al primer Parlamento asistieron sobre todo budistas e hindúes, si bien es verdad que hubo una mayoría cristiana. Allí nació también el orientalismo de Occidente. Esta cita se considera también como el arranque del pluralismo religioso en los EEUU.

¿Qué sabemos de las posteriores ediciones?
Posteriormente hubo diferentes intentos para revitalizar el Parlamento que no terminaron de cuajar. Por fin, 100 años después, en 1993, se celebró el segundo Parlamento en la misma ciudad de Chicago. Esta edición pivotó mayormente sobre el tema del diseño de una ética mundial, una ética común de las religiones. Se elaboró el documento “Hacia una ética mundial”, que fue consensuado por representantes de todas las tradiciones presentes.

En la tercera edición del Parlamento en 1999 en Ciudad del Cabo también se abordó la cuestión de la ética mundial, pero esta vez en relación a las grandes “instituciones de referencia”, concretamente a los periodistas, militares, políticos, empresarios y educadores. La apuesta era sencilla: si la nueva ética mundial era asumida por estos colectivos, llegaría a las masas.

¿Cuánta gente esperáis en Barcelona?
Esperamos entre 6.000 y 10.000 personas, de un total de ochenta países.

¿Por qué Barcelona?
Todo esto se decide en Chicago. Allí hay una oficina permanente de Consejo para el Parlamento de las Religiones del Mundo con más de veinte personas. Eligieron Barcelona gracias al “Forum de las Culturas”. Gustaba la idea de que este macroevento cultural tuviera los tres ejes temáticos de diversidad cultural, condiciones para la paz y sostenibilidad, valores ellos muy compatibles con el Parlamento. Nuestra ciudad ofrecía también unas condiciones logísticas inmejorables.

También escogieron la ciudad condal por estar bien situada. Era por primera vez un espacio no anglosajón, una ciudad conectada con Europa, América latina y Norte de África.

Tenían la idea de hacer el Parlamento en el 2005, pero gracias al Forum se adelantó. Hay una periodicidad de cinco o seis años, pero puede oscilar. A partir de ahora, cada cuatro o cinco años va a celebrarse un Forum y por lo tanto es muy probable que también se repita el Parlamento.

¿Con qué líderes espirituales contaremos en el Parlamento?
Se ha confirmado la presencia del Dalai Lama, de Shirin Ebadi, musulmana, iraní y premio Nobel. Contamos también con la presencia del teólogo cristiano Hans Küng, May Evelyn Tucker (Harward University),especialista número uno en religión y ecología… Vienen también representantes de la ONU, la UNESCO y del mundo de las ONG’s.

¿Queda alguna gran comunidad religiosa fuera del Parlamento?
La única comunidad religiosa del Estado que se ha autoexcluido del Parlamento es la de los “Testigos de Jehová” y eso para la organización es un orgullo. En Ciudad del Cabo hubo mucha más oposición, hubo manifestaciones en contra del Parlamento, mientras transcurría el evento. Agradecemos esa sinceridad de los “Testigos”, ya que una confesión religiosa de una tradición está haciendo boicot de forma soterrada al Parlamento. Revelaremos esto en su momento.

¿Qué objetivo prioritario se marca el Parlamento del 2004?
El lema ya de por sí indica mucho: “Caminos hacia la paz. El arte de saber escuchar”. El arte de saber escuchar tiene que ver con saber escuchar a Dios o realidad última, a las demás religiones y por supuesto a nosotros mismos: a la propia identidad y a la propia tradición.
Si no escuchamos a la Divinidad que está en nuestro interior, difícilmente podremos escuchar a otros que nos hablan de ética. Es decir, una humanidad sin una referencia espiritual última difícilmente puede defender valores. Esa referencia espiritual no significa necesariamente una referencia teísta. Puede haber personas religiosas con referencias de ultimidad, valores últimos, pero sin ser necesariamente teístas, sin creer necesariamente en una realidad trascendente exterior a ellos. Ese valor último puede ser la ciencia, las verdad, las convicciones morales…

Otras metas del Parlamento…
Pretendemos también abordar cuestiones concretas. Vamos a poner acento en el tema de la violencia religiosa, los refugiados; encarar temas acuciantes como ¿qué dicen las religiones sobre la cuestión de compartir el agua, la deuda externa? Nos consta que éste último es un tema viejo. En realidad está todo dicho, pero queremos que las religiones se impliquen. Los Estados no pueden condonar las deudas externas, si sus sociedades civiles no asumen el esfuerzo moral y ético que supone decir: para condonar la deuda externa hemos de rebajar nuestro nivel de vida.

Si no hay unos recursos espirituales que hagan posible este compromiso, no hay Estado que aborde la condonación, aunque lo vea necesario. Las comunidades religiosas son fecundadoras de la sociedad civil y ésta ha de hacerse corresponsable de semejante decisión. Para tan arriesgadas decisiones es preciso el respaldo popular.

¿Cuál sería tu diez en el Parlamento?
El diez internacional sería que las decisiones que se tomaran respecto a todos los puntos concretos comentados sirvieran como punto de inflexión eficaz para conseguir un rearme espiritual de la humanidad; que el Parlamento fuera un estímulo para ello.

El diez local sería naturalizar, normalizar y regularizar el pluralismo religioso, el diálogo entre las tradiciones. Avanzar en la idea de que la dimensión espiritual del ser humano es un patrimonio de todos, incluso de los ateos. El patrimonio religioso de la humanidad no pertenece a ningún credo en particular. Quisiéramos hacer de este enunciado algo irreversible. Puede parecer para muchos evidente, pero en la realidad no lo es tanto.

Vigencia de las grandes religiones

¿No es la religión un concepto de espiritualidad algo reduccionista?
Reivindicamos una nueva y más generosa definición de religión. En algunos contextos culturales marcados por una identidad religiosa concreta se ha tendido a reducir la idea de religión a la confesión religiosa dominante. El Parlamento defiende la libertad religiosa en su sentido más amplio y generoso.

¿La palabra religión sigue por lo tanto vigente?
Tal como apunta Ramón Panniker, no podemos renunciar a las palabras. Hay una lucha de poder sobre las palabras, hay una voluntad de apropiarse de la fuerza de las palabras para restársela a otros.

No hay porqué renunciar a la palabra religión, aunque me consta que hay movimientos religiosos que lo han hecho. Aceptan el juego de que religión es sólo la confesión mayoritaria, sea el Islam en muchos países de Oriente, sea el catolicismo en nuestro entorno… Hay también quienes desde movimientos espirituales desdeñan el uso de la palabra religión y lo equiparan a intolerancia y fanatismo. No queremos entrar en este juego de disputa por las palabras. Al darle un sentido generoso al concepto de religión, lo desapropiamos, lo desusurpamos, y recuperamos así su significado común, que tiene de referencia a la trascendencia, a la ultimidad, a la realidad del más allá.

¿No has pensado alguna vez que las religiones sean ya estructuras pasadas de moda?
Hay gente para las cuales las religiones tradicionales seguirán siendo una referencia necesaria e imprescindible. En una sociedad científico-técnica como la nuestra que no valora la obediencia y que se encuentra inmersa en procesos muy acelerados de cambio, las estructuras rígidas evidentemente no son compatibles. Es algo obvio, es sociología de las religiones.

Ahora bien la transformación quizá no va tan rápido como algunos pensaban y los procesos de cambio tampoco son lineales. La historia es más compleja. Hay tentaciones de enroque, movimientos hacia atrás.

Las instituciones religiosas pueden durar menos en Occidente, pero no hay que olvidar que en nuestro entorno hay también tentaciones restauracionistas. Algo de esto tiene por ejemplo el intento de darle a la Constitución europea un cierto cariz cristiano.

Testimonio personal

¿De dónde saca Francesc Torradeflot la fuerza para tan dura batalla en favor del diálogo?
Con lo pobre y miserable que es, yo intento sacar fuerzas de mi experiencia espiritual. Intento que esa vivencia me dé fuerza para tener paciencia y para no echar la toalla. Tentaciones en ese sentido no han faltado, pero yo creo en esto, creo en el diálogo. Soy de los que piensan que el diálogo no es un instrumento, el diálogo por sí mismo es profunda experiencia religiosa.

Yo soy católico y mi propia interpretación de la fe católica me da a entender que en el diálogo está Dios. La propia Trinidad es un símbolo del diálogo. La actitud de Jesús con sus semejantes es el ejemplo del diálogo. Una Persona que dice que tienes que amar a los enemigos y no resistir al mal, me tiene que dar fuerzas a mí, como seguidor de esa Persona, para aguantar cosas que de otra forma serían inaguantables. Si Dios no fuera generoso conmigo no aguantaría esto y puedo constatar que es difícil.

¿Por qué es difícil?
Cada día tenemos cuatro o cinco grandes disgustos. Cuando me refiero a disgustos me refiero el tener que tratar con intransigentes y exclusivistas. Muchos de estos intolerantes se manifiestan a los ojos de la sociedad como defensores de los derechos humanos, pero en el día a día, en privado tiene una cara y en público otra. Siempre la del público es más amable que la privada.

Son los viejos fantasmas que todos tenemos. Esos fantasmas de intolerancia no son necesariamente religiosos. Los deseos que abrigan los intransigentes, sus malas inclinaciones van por delante de su referencia espiritual. No es que sean intolerantes porque sean musulmanes, católicos, protestantes…, al contrario son intolerantes porque no son buenos musulmanes, católicos, protestantes... Entendiendo por malo la falta de fidelidad a la referencia espiritual más profunda de su propia tradición.

¿Cómo medimos la fidelidad al origen?
Para saber si estamos ante una persona fiel a su tradición religiosa, habremos de ver si cumple con la enseñanza emanada de los textos fundamentales de su tradición. En segundo lugar la fidelidad al ser humano, al bien del ser humano. Es decir habrá de ser fiel a la máxima de “no hagas a los demás lo que no quieres que los demás te hagan a ti”.

¿El dogma católico no es una carga de profundidad contra el diálogo?
A nivel espiritual, a nivel profundo yo soy fiel a los dogmas. El dogma se manifiesta también como lenguaje simbólico. La interpretación de los dogmas ha prescindido a menudo de su dinamismo y simbolismo. Por ejemplo, el dogma de la encarnación de Dios en Jesús puede ser simbólico, pero no quiere decir que sea falso. Indica un tipo de verdad que no tiene porqué ser necesariamente histórica. Aún siendo fiel al dogma, éste es lo suficientemente generoso como para permitir un margen de maniobra.

Cuando el dogma implica intransigencia y exclusivismo entonces se convierte en una herejía. La fidelidad a la letra de la formulación dogmática convertida en ley hace del defensor del dogma un hereje. La diferencia es que yo no voy a descalificarle, ni siquiera marginarle. Voy a estar con él, voy a comer, voy a reunirme con él… No voy a perseguirle como él ha hecho hasta ahora. Pero no olvidemos que esta intransigencia está en todas las tradiciones religiosas, incluso en el budismo.

Las muchas caras del fundamentalismo

¿Cómo vives personalmente tu relación con ese fanatismo e intransigencia, que tan a menudo amenaza vuestra tarea?
En realidad me estás preguntando, cómo vivo mi relación con el mal. Yo la intento vivir de una forma armónica. Para mí el mal es el caos, es el desorden, el sin sentido, la irracionalidad. Trato de relacionarme con paz, con equilibrio, impidiendo que esta irracionalidad me desestructure.

Evito reaccionar “en contra de…”. No deseo que el mal me convierta a mí en agente del mal. La forma de combatir el exclusivismo religioso de cualquier signo, no es el exclusivismo. De la misma forma el exclusivismo religioso no se puede combatir tampoco con el exclusivismo laicista. En ese caso ya han vencido los exclusivistas religiosos. Lo estamos viendo en Francia. El fanatismo es un contagioso virus, no conviene olvidarlo.

¿Debe alcanzar el diálogo también a ese Islam irrespetuoso con los derechos humanos?
El Islam es un poco como los protestantes, está muy sectorizado. No hay un interlocutor único. Hay de todo. Proliferan muy diversidad de corrientes. Por ejemplo Shirin Ebadi premio Nobel de la paz, es musulmana y defiende los derechos humanos… Hay quienes defienden los derechos humanos y hay otros que no. El principal problema que tiene el Islam es el de interpretación de los textos sagrados.

Ellos tienen unos criterios propios de interpretación que perfectamente pueden generar el respeto a los derechos humanos. Hemos por lo tanto de potenciar estas corrientes “respetuosas” y denunciar las otras, pero sin caer en un etnocentrismo occidental. Hemos de ser firmes en la defensa de los derechos de la mujer que son conculcados en el marco de la cultura islámica, pero también hemos de ser prudentes a la hora de no proyectar nuestros presupuestos culturales e imponerlos a otras culturas.

Aún “respetando” los derechos, no sale la mujer en el Islam algo malparada, no se falta a su dignidad
El concepto de dignidad es más cultural. Para una mujer musulmana puede ser muy digno estar trabajando en casa con sus hijos, mientras que para una mujer occidental la dignidad pasa, en la mayoría de los casos, por el compromiso laboral fuera del hogar. Hay que evitar también el imperialismo cultural.

¿Ha medrado cierta intransigencia en la Iglesia?
La Iglesia católica es más amplia que los obispos en general, por supuesto mucho más que los obispos vaticanistas. En la Iglesia católica hay un debate teológico muy serio sobre si la fidelidad a la comunión eclesial implica la obediencia ciega a los dictados de los superiores. ¿Hasta qué punto la conciencia es necesaria para vivir en la comunión? Es un acuciante tema teológico. ¿Puedo estar en comunión con tal obispo, cuando él sólo demanda la obediencia ciega y no acepta la mediación de mi conciencia? ¿Yo puedo obedecer a Dios sin mi conciencia?

Del Concilio Vaticano II surgieron documentos que hablan de la primacía de la conciencia. Hay obispos que rompen la comunión eclesial, pero que se pasan el tiempo diciendo que la rompen los demás.

¿Hasta cuándo las etiquetas?
Cierto. Etiquetar significa excluir. Hemos de ir más allá del etiquetado. Ramón Panniker, copresidente también del programa del Parlamento, por ejemplo se confiesa cristiano, budista, huindú y agnóstico al mismo tiempo. Así queda reflejado en diversas publicaciones.

Diagnosis general

¿Qué otras instancias interreligiosas pululan por el mundo?
Hay una de orden más jerárquico que reúne a las Jerarquías religiosas de los diferentes credos, denominada “Conferencia mundial sobre religión y paz” (www.wcrp.org) Es muy útil en momentos de conflicto, en cuestiones de paz, pues mucha gente hoy por hoy atiende los dictados de las autoridades religiosas. Después encontramos otra instancia a mi forma de ver más interesante que es “Iniciativa de las religiones unidas” (www.uri.org). Esta es de grupos de base.

Las mayores dificultades en el diálogo interreligioso

En primer lugar el miedo al relativismo, al pluralismo, a la diversidad religiosa. En segundo lugar la ignorancia, mucho desconocimiento mutuo. Hay una grave falta generalizada de cultura religiosa. Hay tantos que no saben absolutamente nada de los otros.

Dificultades concretas que ha encontrado el Parlamento en su labor

En realidad todo deriva de las dificultades ya mencionadas. Habría que apuntar igualmente la poca receptividad de los medios de comunicación al tema religioso.

Señalar también la desconfianza de algunas autoridades religiosas a que organizaciones que no son confesionales gestionen el Parlamento. Hay autoridades que no se fían de que gente laica organicemos todo esto. Sin embargo desde la central en Chicago se exige que los organizadores sean independientes de las religiones e independientes también de la administración pública.

Alegrías trae el diálogo

¿Cuáles son las mayores satisfacciones que habéis encontrado en vuestra tarea?
La satisfacción de trabar una red autonómica y estatal de diálogo interreligioso. Una red que ha crecido con la excusa del Parlamento.

¿Cuáles son las mayores satisfacciones que habéis encontrado en la organización del Parlamento?
La participación de la gente. Hemos recibido 250 propuestas de programa cuando esperábamos alrededor de 100. Deseo también mencionar el cambio experimentado por la Iglesia católica y la buena repuesta que de ella estamos obteniendo en las últimas semanas.

¿Qué es lo que ha propiciado ese viraje?
Siento que el diálogo. En el encuentro con los obispos he palpado una progresiva confianza en el Parlamento. Han visto que es una un trabajo serio, una iniciativa positiva de diálogo interreligioso que no va en contra de nadie. Han podido constatar que no tenemos interés por destruir nada.

Han visto la realidad: simplemente pretendemos que la gente se encuentre en un espacio de diálogo, que se conozcan, que desaparezcan los miedos ancestrales, que pasen incluso del miedo a la colaboración en lo referente a los grandes problemas de la humanidad.
La Iglesia católica es la mayoritaria y hubiera sido triste establecer un diálogo entre religiones donde se excluyera todo un bloque de gente.

El día después del Parlamento…
Por un lado potenciar esta red de diálogo interreligioso que hemos ido tejiendo a nivel catalán y estatal. Por otro lado, a nivel internacional, potenciar a través de la “Asociación UNESCO para el diálogo interreligioso” las relaciones con el Parlamento, con la “Conferencia mundial sobre religión y paz” y con la “Iniciativa de las religiones unidas”. Es decir que las grandes redes de diálogo interreligioso estén conectadas a través de la Asociación.


Koldo
Equipo de Portal Dorado



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En el marco del Forum de las Culturas y bajo el lema “Senderos de paz: el arte de saber escuchar, el poder del compromiso”


Barcelona albergará al Parlamento de las Religiones del Mundo


Será su cuarta edición y la primera que se celebra en Europa, fuera del marco cultural anglófono, lo que supone, según sus organizadores, un paso adelante en la proyección del movimiento interreligioso internacional.

Vendrán de ochenta países a compartir sus legados espirituales. A la orilla del mar, entre el 7 y el 13 de julio, se sentarán gentes de las más diversas tradiciones con el objetivo de alentar la armonía entre sus comunidades religiosas y espirituales. Tratarán de promover su compromiso con el mundo a fin de alcanzar la paz, la justicia y la sostenibilidad para todos.

El Parlamento de las Religiones del Mundo es el encuentro interreligioso periódico más multitudinario y diverso, para ello, la ciudad condal, les ha brindado el marco privilegiado que proporciona el Forum Universal de las Culturas.

Este magno evento a favor del diálogo interreligioso es convocada por el Consejo para un Parlamento de las Religiones del Mundo (Council for a Parliament of the World’s Religions, CPWR), con sede en la ciudad de Chicago.

Aseguran sus responsables que el Parlamento será uno de los diálogos más multitudinarios del Fórum. Esperan la participación de cerca de 8.000 personas de todas las tradiciones religiosas, incluyendo representantes oficiales y expertos y gente de base.

Cerca de 500 actividades constituirán un programa formado por propuestas procedentes de miembros del más amplio abanico religioso y espiritual. Los criterios elegidos para la selección de propuestas han sido la calidad, la diversidad y el equilibrio, rechazando todo tipo de exclusivismo.

Cada jornada se dividirá en varias sesiones de diferente carácter. Arrancará el día con celebraciones y meditaciones religiosas e interreligiosas; a continuación, la presentación y la reflexión de las identidades religiosas; después, el diálogo interreligioso; y por último, la aportación de las tradiciones religiosas y espirituales a los problemas de actualidad a los que se enfrenta el mundo. Además de estas cuatro sesiones, habrá un espacio abierto que permitirá a los participantes del mundo entero plantear temas de interés particular con toda libertad y dentro del respecto a la diversidad. Por último, una sesión plenaria pondrá fin a cada jornada del Parlamento.

UNESCO Catalunya y más concretamente su “Asociación para el diálogo interreligioso” es la institución que ha asumido el gran desafío organizativo, con la ayuda del Forum. Según auguran sus responsables “Será una semana de trabajo intenso, en la que se combinará la actividad en pequeños grupos con sesiones multitudinarias. Los participantes explorarán la diversidad de identidades religiosas presentes en el Parlamento, los recursos y las posibilidades del diálogo interreligioso, y el potencial que tienen las religiones para contribuir a la construcción de un mundo mejor”.

En el marco del Parlamento tendrá también lugar una “Cumbre de Nueva Conciencia”. Este Simposium reunirá a destacados líderes y movimientos del entorno de nueva era en nuestro país. Fuera ya del marco físico del Forum, en la Barceloneta, han organizado una multitudinaria ceremonia interreligiosa a lo largo de toda la noche del sábado día 10 de Julio. www.athanor.es/cumbrenuevaconciencia

Más información para quienes deseen participar en el Parlamento: www.unescocat.org.
Correo electrónico: parlament2004@unescocat.org

Centro UNESCO de Cataluña
Mallorca, 285 - 08031 Barcelona.
Telf: 93 4 589 595

 
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