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Luz, no sólo destello

"Marcos, al caminar, va ganando batallas que no peleó en la selva" subraya el periodista José Cárdenas. Si hace seis años hubiera seguido en la espesura de Lakandona tirando tiros, ahora sólo sería pasado, sólo historia, sin embargo su estrategia de no-violencia, firmeza y palabra inspirada, le ha colocado en la cresta del presente. Al nuevo Marcos capitalino, quizá le asalte estos días un cierto vértigo por el incalculable poder mediático que ha acumulado.

El subcomandante supo ubicarse en nuestros días. Entendió enseguida las preciosas oportunidades para promocionar la causa indígena que proporcionaban las nuevas tecnologías de la información. En este sentido el antiguo profesor universitario de Tampico ha sido todo un visionario. Comprendió que los bytes cargados de poéticas proclamas eran infinitamente más eficaces que las balas cargadas de odio. No sólo inauguró una sorprendente y original dinámica de lucha; no sólo promovió un nuevo discurso revolucionario, lo difundió con los más modernos medios, sino que además le inyectó la más fina y tropical poesía.

Durante días las secciones de Internacional en prensa, radio y televisión se han abierto y llenado con el hombre de la pipa y el pasamontañas. Ningún líder revolucionario de nuestros días ha adquirido tanto poder como él. Su gran reto estriba sin embargo en hacer buena inversión con ese enorme caudal mediático.

Su liderazgo no es ya de orden exclusivamente nacional, su referente es de alcance planetario. Su influencia en los movimientos radicales y alternativos de Europa y América no tiene par. Marcos es el símbolo de una nueva y recautuchada izquierda, pero quizá tiene ante sí el umbral de una mayor gloria que se resiste a atravesar.

Muchos ojos están clavados en un personaje que tiene madera para ser algo más que un guía revolucionario de corte tradicional. Parece que no sólo México, sino buena parte de las gentes inquietas del mundo entero, reclamaran más de su liderazgo. Marcos se ciñe a su guión de duro rebelde, pero su carisma supera ese cometido. El rincón interno desde donde aflora tan bella y mágica palabra, parece abonado para engendrar un análisis más fino y flexible, que no claudicante, de la realidad.

Es preciso quitar hierro al lenguaje, a la vez que manifestar mayor predisposición al encuentro.Tan necesario como sacar adelante las reivindicaciones de los campesinos chiapanecas, lo es el superar la inercia de confrontación de selva y ciudad, cultura occidental e indígena, Gobierno y periferia,… Hoy se dan las privilegiadas condiciones para salir de esa espiral de a ninguna parte, para saltar fuera de esa inercia de ancestral enfrentamiento.

Es preciso salir del "Es como todos", si en realidad se desea aprovechar la "oportunidad más promisoria que se haya presentado jamás para saldar una deuda histórica con los indígenas".

Si en verdad se consuma el repliegue de esa colorida y combativa "selva", todos perdemos: el asfalto que echará en falta su olor y frescura; los zapatistas que marcharían con las manos vacías, cuando sus reivindicaciones estaban más próximas que nunca a ser satisfechas. Perdería también un gobierno, que pese a su buena voluntad manifiesta, le ha faltado reflejos para adaptar su pesada maquinaria a la nueva situación creada. Perderíamos quienes creemos en la resolución pacífica y dialogada de los conflictos, como la clave de la sociedad más madura y armoniosa del tercer milenio.

Marcos y los dirigentes zapatistas tienen a todo un pueblo por defender, pero también una cultura de confrontación por abolir. Con la partida del asfalto, no progresarían la condiciones sociales, culturales y políticas de los "hijos de la tierra", con el plantón a la clase dirigente se ensancharía una distancia que debe de tender a apocarse.

"No somos la realidad, sino apenas su reflejo, no somos la luz, sino apenas un destello", proclamó el subcomandante, en la histórica alocución del Zócalo. Marcos insiste en limitar su cometido a un efímero fulgor, cuando podría situarse a la altura de los grandes de la historia. La métafora y finura de su discurso adquieren a menudo categoría profética pero es preciso sacarlos de la trinchera. Vayan con aprecio estas críticas al líder zapatista, pues tamaño es el deseo de que devenga "luz completa y no sólo destello".

Post Data: Felizmente el reciente anuncio del presidente Vicente Fox de liberación de todos los presos zapatistas, de transformación de tres instalaciones militares en centros de desarrollo indígena y de gestiones para que el Congreso reciba a los rebeldes, reaviva la esperanza en la resolución del conflicto.

 
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