Miyo, el viejo “gurú” que nunca muere

Entrevista con Emilio Fiel  


Otrora "gurú", al día de hoy chamán, "capitán" conchero, líder "new age", ante todo guerrero incombustible. No muestra grandes arrugas, ni síntomas de cansancio. Ha encarado muchas y floridas batallas y aún no contempla jubilación alguna. Insiste en que él clausuró el sindicato de "gurús" a comienzos de los noventa, pero lo cierto es que aún buena panda de gentes inquietas le siguen en sus correrías agrestes y en sus viajes trasoceánicos.
Victorias y reveses de más de treinta años al "servicio del Espíritu sin Nombre" parecen desembocar en esa sonrisa de niño grande que nunca se le despega. Algunos ven en ella un toque malicioso, sin embargo, los que bien le conocen apuntan que Miyo no pasa de travieso, de eterno provocador, de terapeuta del síncope previo a un despertar impostergable.

Su presencia parece corroborar el rumor. Sus anchas espaldas parecieran esconder muchas sanas travesuras tras ellas. Emilio Fiel, así le bautizaron en San Sebastián, su ciudad natal, es un eterno conspirador y su cabeza es una olla de alta presión de la que constantemente salen proyectos "hacia los cuatro vientos".

Cuando no está trotando por las montañas o sudando a mares en medio de un “temazcal” (cabaña de sudación) de vapor de salvia, cuando no hace círculos en los que desgrana cuentos, humor y enseñanza a partes iguales, se las gasta con toda la tropa conchera (danzantes aztecas) rasgando por interminables horas su guitarra de armadillo ante el altar de algunas de las más renombradas Vírgenes hispanas.

Asegura que aún dará guerra y la entrevista de a continuación da fiel constancia de ello. Hemos seguido su rastro y hemos dado con él en la Navarra salvaje. Viene de corretear con sus guerreros y amazonas por la sierra, de meditar al borde de los acantilados de Urbasa y de jugar entre hayas milenarias. A unos los ha colgado de los árboles, a otros los ha enterrado bajo tierra. Hay quien tirita bajo las cascadas y quien se enfrenta a sus más temidos monstruos en profundas cuevas. Los ha dejado a todos allí arriba, empeñados en sus vuelos y exploraciones internas en medio de la "naturaleza mágica" y se ha dirigido a la “ciudad encantada” un lugar mágico y poderoso de grandes rocas y cuevas, junto al camping “Bihoitza”, donde tiene concertada su cita con nosotros.

Rompe todas las preguntas con explosión de humor. No sabe arrancar de otra forma. Después modera su gracejo, pero en realidad no llegas a saber cuando habla en clave real o de ironía. Discierna el propio lector.

De "gurú" a Capitán General

En el panorama aún desértico de la España del post-franquismo, levantó las comunidades del "Arco- Iris". Mística oriental y modernas terapias de desarrollo personal se daban cita en aquellos cursos y "marathones" que sacudieron la existencia de decenas de miles de jóvenes de entonces. Las comunidades se multiplicaron sobre todo en el Navarra, el Pirineo y Cataluña.
El trabajo fue intenso y los discípulos maduraron a marchas forzadas. A finales de los ochenta “solicitó al Cielo su relevo”, invitó a su sucesora y más tarde la tropa se sublevó y dejaron en paro al gurú. Para entonces Miyo ya tenía puesta la vista en América, más concretamente en México. Había abrevado en las tradiciones orientales del yoga, el tantra, el zen rinzai, el sufismo… pero sintió el deseo de vincularse a una tradición más familiar. Si a mediados de los ochenta un joven de 105 años, Llum de la Selva, le había nombrado su heredero en tierras españolas, después una anciana mexicana, la Nanita, a la sazón capitana generala de un grupo conchero, le abrió las puertas de un linaje hasta entonces vedado a los "hijos de los conquistadores".

Así comenzó un ritmo de tambores, sonajas y conchas (pequeñas guitarras) que aún no ha callado en nuestros días. (Ver "Más Allá"… ) Alguna visión en el desierto y el vínculo fraterno establecido con otros líderes espirituales mexicanos e indígenas del norte, conformaron un puente espiritual España-México (el Puente de Wiricuta), que al día de hoy sigue registrando un intenso tráfico en ambas direcciones.

En Julio del 92 Miyo sopló una poderosa caracola convocando a guerreros floridos y peregrinos "nueva era" a "abrir el corazón de Hispania". Era la macroperegrinación a pie hasta Santiago de Compostela que culminaron miles de “floridos guerreros” junto con una Nanita para entonces ya muy debilitada y acompañados por otras gentes y grupos que atendieron a su llamado.

Algo de esa gesta de expansión de nueva conciencia a través del canto, flor y danza se repitió en las peregrinaciones, ya motorizadas, que realizaron en el 95 por los cuatro rumbos de Hispania, en el 96 por Francia y en el 99 por toda Europa. Al día de hoy es el primer Capitán, Jefe de la Mesa de danza del Señor Santiago que agrupa a los cientos de concheros repartidos por toda la geografía española.

En medio de todo el trajineo ha tenido también ocasión para sentarse al borde de su "portátil" y escribir algunos libros:”Santiago 92”, “El despertar del corazón de Hispania”, “Los 108 pasos del Camino con corazón” "Devas y naturaleza mágica", "El apocalipsis de la libertad", así como innumerables folletos vinculados a sus “Clanes de Quetzalcoatl”. Vive a caballo entre Pinto y Borja (Zaragoza), un centro de encuentros, cursos y terapias que ha abierto junto a profesionales amigos de esta provincia. Pretenden poner en marcha su veterano proyecto “PETATE”, Pueblos ecológicos de trabajo artesanal, terapeútico y educativo.
En realidad le reclaman de muchos rincones de la península. Allí donde acude, pone a los participantes de los talleres al acecho de su “sombra”, a recapitular pasados, a construir sus “vehículos de luz”, a provocar su “mutación genética”... Se trata del trabajo de orientación chamánica (tanto terrestre como vinculado a los que denomina “hermanos Estelares”) que desarrolla en el marco de la Escuela Chrisgaia 2012. En esa academia selvática se han formado ya buenas generaciones de "veteranos", pues así se refiere a quienes le acompañan en su agotadora, pero siempre entusiasta aventura.

Arco-Iris

¿Sigue brillando aquel “Arco-Iris” de los ochenta?

Se borró a sí mismo, pero en nuestros días ese “Arco-Iris” resplandece en mil cielos. Brilla ahora en diferentes sitios, escuelas, terapias, experiencias comunales… sin ese nombre. Los frutos de aquello son anónimos, si bien es verdad que nos asiste una sensación de misión cumplida.

¿Es la vida un “marathon” de terapias o un paseo más contemplativo y relajado?
La vida está llena de todo ello. No hay ningún ingrediente que se le pueda privar a la ensalada de la vida. Hay un tiempo para cada cosa. El "marathon" de terapias tuvo y tiene como misión desaprender, romper con lo que en el pasado hemos cosechado. Tras él se impone un momento para observar y contemplar. Tiene que haber un tiempo también para que se disuelvan los tiempos.

De cualquier forma ha llegado  la hora de la plena autonomía personal. No se puede pasar la vida entera tras los pasos de alguien. Hoy somos todos hermanos en igualdad de condiciones. Cada quien ha de seguir su propio camino. Ni siquiera se trata de imitar al Cristo. Quiero un Cristo hermano a mi lado, no quiero un Cristo Maestro.

¿No rezuma cierto orgullo esa aseveración?
En absoluto. Soy yo el que he de cambiar y adecuarme a la frecuencia vibratoria que ‘mi’ Cristo íntimo expresa. No es el momento de entregar el poder a unas creencias, un grupo o un maestro, sino de ser tu propio maestro y nunca abandonar tu saber interior. Para ser dioses creadores no hace falta ninguna condición, sólo desear serlo, por eso cada ser humano tiene la razón porque es un dios y crea su verdad. Decida lo que decida es válido: que no hay dios, que su verdad es la única, que lo que no se ve no existe, que los azules claros son sus enemigos… No juzgues a nadie, porque condenar a los demás por sus creencias equivale a renunciar a tu propio poder. Que cada uno exprese la verdad que desee  como dios creador. Amales y déjales el camino libre hasta que comprendan. Irradia tu energía y vive abiertamente tu verdad, dejando que ellos vivan la suya.

Dicen que las comunidades del Arco-Iris eran una versión “cañí” de las que por entonces “Osho” sembraba por toda Europa…

Nunca lo conocí personalmente. Es preciso reconocer de cualquier forma a este ser que dio oleadas de esperanza al mundo. Sin embargo Osho se quedó en su pedestal, en su trono de oro. Desconocíamos el trabajo que ellos realizaban. Nosotros hicimos lo mejor que pudimos, nos entregamos por entero sin seguir sus pautas. El trabajo sufi, tantrika, zen del Arco-Iris no tenía nada que ver con el trabajo de Poona (“asrham” central de Osho), tal y como expresan los libros publicados a comienzos de los 80.

Circulan muy diversas versiones, queremos saber de boca del propio fundador la verdadera historia del fin del “Arco-Iris”.

En noviembre del 86, en vísperas de la Convergencia Armónica, pedí internamente, de forma encarecida, la sustitución en mi papel del Arco-Iris. Externamente a gritos en una playa de Alicante (noviembre 96) y en medio de una tormenta de rayos, volví a manifestar (no tan relajadamente) mi sustitución inaplazable. Una vez recibidos signos y datos, fui a ver una persona a Suiza. Esa mujer, de nombre Shakti, era una buena guerrera.
Shakti fue el signo que yo había pedido para culminar una etapa.

Ella hizo su papel y lo hizo como consideró justo. ¿Lucho conmigo? Seguramente yo mismo pedí que luchará contra aquello en que me había  convertido. La gente se empeña de que hable mal de esta mujer, mas sólo puedo decir: “¡gracias!”. No es de mi incumbencia el estilo combativo que utilizó, ni si después ella se agarró o no a los lugares que le dejamos. Tampoco sentí los signos de que tuviéramos que caminar juntos tal y como ella deseaba. Personalmente ya conocía la orientación de mi siguiente etapa. Estaba claro que cada uno debía de llevar adelante su propio juego.
 
¿Mira Miyo a menudo hacia atrás”?

Aquello fue una magnífica etapa, con una despedida magníficamente dura. Yo pagué el precio de soltar a todos los que se habían iniciado conmigo. En Agosto del 87 tras una agotadora gira de conferencias por toda España a las que acudieron más de 40.000 personas, para preparar la Convergencia Armónica,  tuve un pequeño infarto o quizás una pericarditis. Estuve dos días paralizado y un año de baja voluntaria. Ando con algunos problemas cardiacos desde entonces, pero todavía puedo dar la talla un rato en las montañas o los marathones. Me enamoro también más fácilmente.

Salimos limpios. Arco-Iris acabó dignamente. La gente que quiso tuvo una continuidad, aunque fuera contra mi. Se debe de luchar contra los arquetipos, en este caso de autoridad, jerarquía… pero no contra una persona con nombre y apellidos.

La respuesta es no, nunca me regodeo con esos pensamientos. Aquello fue una digna batalla y ahora tengo otras en combate, lo que no me deja mucho tiempo para autocomplacencias. Sin embargo que no se olvide que la organización de Arco-Iris fue excepcionalmente avanzada para su tiempo. Hubo años en que siete mujeres dirigieron la Comunidad entera, y personalmente renuncié a tener una cuenta corriente a mi nombre desde las primeras etapas…

Puente México-España

¿A qué se debe esa obsesión por México?


Un mal sueño (risas). Es preciso recordar aquí a mis buenos amigos y hermanos Alberto Ruz, Toño Velasco Piña y tantos otros que a finales de los ochenta tomamos conciencia de que estaba aconteciendo un paso de energías entre Tíbet y México. El primero significaba el polo masculino celeste, el segundo el polo femenino, amoroso, terráqueo vinculado a la biblioteca viviente de América. En ese juego México jugaba un papel esencial.

En el año 88, tras salir del Arco, iris me impliqué en este trabajo. El primer vínculo se establece con Alberto Ruz, que ahora lidera la Caravana por la Paz por tierras de Colombia y Ecuador. Tras él, el destino nos guardaba otra gran cita con una anciana, Guadalupe Jiménez de Sanabria, a la sazón Capitana Generala de la Mesa de Danza Conchera de Insignias Aztecas.

Ella recibe internamente la orden de que la vieja tradición tiene que saltar a España. Otros ancianos canalizan también el mensaje de que es preciso dar el paso de compartir su legado. Fue entonces cuando acepté, no sin condiciones relativas a nuestro propio destino colectivo, el camino conchero como vía de futuro.

Se establece un acuerdo de hermandad, de reconocimiento mutuo, sabiendo que debía de defender la libertad de España por encima de las estructuras rigurosas. Nos vinculamos a la tradición y también a prácticas paralelas como el “temazcal”, los peregrinajes sagrados, incursiones en los desiertos y  otras experiencias chamánicos…

¿Al traer las danzas aztecas a España no están sacando al geranio de su tiesto?

No es posible, ni es nuestra intención convertirnos en aztecas. Tan sólo pretendemos utilizar un instrumento que desde los planos invisibles ha sido adecuado para los próximos tiempos. Tan sólo deseamos contribuir a esa actualización y permitir un encuentro nuevo y mágico con la Tierra, una sacralización a través del círculo de canto y danza. Vivimos en un país que perteneciendo al séptimo rayo (rayo ceremonial), no tiene ni idea de cómo mover sus energías rituales.

De cualquier forma nos implicamos en la tradición a nuestra manera. El pecado y el infierno están muy lejos de nuestra manera de ver las cosas. Para nosotros el sufrimiento no es un camino, la ceremonia es una expansión de energía, una experiencia de círculo poderosa que abre puertas dimensionales y que atrae enormes intensidades de energía sanadora para la Tierra. Aquí vivimos con alegría las danzas. Entendemos el ceremonial como un acto de apertura de una puerta entre el Cielo y la Tierra y no tanto una obligación, un precepto a cumplir bajo pena de pecado.

¿Es verdad que en las filas de los danzantes concheros hay generales y sargentos en el más puro espíritu castrense?

Sí, es así como ellos lograron sobrevivir. Los danzantes concheros mejicanos debieron adaptar sus títulos y estructuras a lo que entonces se conocía: la religión y el ejército. Los generales son siempre gentes ancianas que han hecho un gran trabajo durante decenios y que tienen una precisa comprensión del ser humano. Su humildad prevalece por encima de todo.

Los sargentos son la fuerza masculina, así como las “malinches” son la fuerza femenina. Son los elementos que organizan un ceremonial y lo hacen efectivo. A los sargentos podríamos llamarlos de otra forma, “maseguales” era el antiguo nombre. No lo hemos cambiado. Al fin y al cabo esos títulos no eran sino recursos para sobrevivir en un mundo de arpías  aterrorizadas ante el simple olor a lo mágico, femenino y terrestre, el mundo que nosotros llevamos  en su día a América.

¿No se cargó el Señor Santiago demasiados moros, como para ponerle ahora velitas y dedicarle tanta alabanza?

Yo he hablado personalmente con el Señor Santiago y me consta que no galopa por los caminos de Gaia, que vuela libremente por los Cielos y su caballo se ha cansado de levantar la pata derecha para que le pongan debajo ese montaje de cartón piedra con caras de moros aterrorizados (risas)… Cuando baja a la Tierra lo hace como peregrino.

Las velas y los cantos son formas de unificarnos nosotros mismos, son formas de vincularnos con dimensiones superiores entregando lo mejor de nuestra energía. Y el arquetipo del Señor Santiago, peregrino y jinete celeste con su espada en alerta, es un magnífico  símbolo crístico del despertar.

¿Por qué siempre rozan el agotamiento?

La tradición conchera es una tradición guerrera. Estar sin dormir cantando y danzando a pesar del agotamiento permite ‘parar el mundo’, limpiar los posos del pasado y de la mente, de forma que lo que realmente somos ascienda a la superficie.

¿Es cierto que en el año 96 salió, nada más ni nada menos, que a la conquista de Francia y en el 99 a la de Europa?

Fue una manera de comunicar estas nuevas energías con nuestros hermanos europeos. Lo que hicimos fue trasmitir la tradición a nuestra nueva y ampliada familia. España había sido la puerta hacia el nuevo continente. 500 años después devolvíamos ese contacto colmado con reconquista espiritual conseguida por el poder indígena.

El viejo continente se está unificando. Realmente hay una fuerza que está empujando todo este movimiento más allá de la voluntad popular. Hemos querido contribuir a nuestra manera a ese empuje.

Europa debía de contactar con las claves indígenas para prepararse para el nuevo tiempo. Los indígenas conocen los secretos de la Tierra, saben de las puertas dimensionales, de las claves que permite a la Tierra ascender, de los mundos paralelos… Los chamanes han sido siempre enlazadores de mundos en sus viajes internos. El vínculo con Europa hace que toda esta energía pueda canalizarse. Ha habido más gente que ha trabajado por fortalecer este puente. Nosotros hemos sido una contribución más.  

¿Y esa leyenda de que se pasan toda la noche cantando y orando, de que el día siguiente se lo dan también danzando sin parar?

Más que leyenda es nuestra vida. Algo que realizamos por lo menos seis veces al año, al margen de las ceremonias regionales de cada una de las Mesas de Danza. Es nuestra manera de mover la energía.

Hemos vuelto a aprender a cantar y orar. No somos creyentes, ni es que amemos las grandes estructuras religiosas. La esclavitud que han mantenido ha sido grande. Estamos jugando el juego de entregar nuestro corazón a los dos polos del mundo: Jesús y María, Cielo y Tierra, Padre y Madre… El nombre es lo de menos. Cada uno tiene su visión de las cosas. Nos acercamos a esos dos polos, terrestre y celeste del mundo, ofrendando nuestra energía, cantando sin descanso. Dando esa energía nos vaciamos y vaciándonos surge lo mejor de nosotros, que está dentro..

Venimos de las cuatro esquinas del país, a veces de fuera de España también. Venimos  de experiencias muy diversas y con estados de ánimo dispares, con diferentes frecuencias. Unificarse y ser “Uno” con un centenar de concheros implica la inversión consciente de las primeras horas de trabajo.

Vd. ha saltado del “Om mani padme hum” al Ave María y el Padre Nuestro sin ningún tipo de pudor…

Cierto. Yo no pregunto lo que me gusta o disgusta, pregunto lo que es necesario. Hay que crear puentes de unión con la antigua tradición cristiana. Se nos ha pedido que pongamos fuerza en sus templos, que manifestemos una alternativa  y que hagamos los esfuerzos necesarios para poder compartir con las gentes de Iglesia. Lo hacemos de corazón.

Nosotros preferimos formular la Presencia del “Yo Soy” en nuestro interior, antes que la dualidad Dios y Yo, sin embargo pasamos con humildad por las oraciones tradicionales y ayudamos con ellas a unificar las conciencias. Más allá del idioma, lo que importa es poner corazón en nuestros labios.

Es preciso insuflar vitalidad a cuanto hacemos, emplearse con energía. No basta  con estar sentados y mirar al Cielo, no basta con un minuto, ni dos. Hay que parar la cabeza. Nuestra conciencia tiene que romper las fronteras para crear límites más amplios que luego a su vez habrá que romper.

¿Dónde acuden para desarrollar sus ceremoniales?

La fuerza de la gente de este país está en los lugares de poder, en los lugares de culto. Compartimos nuestra tradición con buena fe y buena voluntad en El Pilar, Montserrat, Guadalupe, Covadonga, Santiago y el Rocío.

¿Por qué ese empeño de reciclar las manidas oraciones católicas?

Las oraciones cristianas han sido utilizadas para el terror, la muerte y la tortura y eso es precisamente lo que hemos de limpiar. No podemos huir del dragón y la oscuridad. Cojamos el toro de Hispania por los cuernos e intentemos afrontar esto con un nuevo espíritu, antes de que Zeus vuelva a raptar a la ninfa Europa. No puede ser escapar de ello e intentar sustituirlo todo. Hemos de manifestar una  nueva actitud y poner luz en aquello que ha sido repetido hasta la saciedad.

Por lo demás, en cualquier esquina hay gente dispuesta a recitar las oraciones más “light” y empalagosas que uno pueda imaginar. Eso sí, siempre que no sean en nuestro idioma sino en árabe, en sánscrito, en palí o en una lengua indígena,  y se refieran a Shiva y Kali, a Buda, a Wakantanka o al dios Surya, el Sol… Evitamos hacerlo en nuestro idioma para que al no entenderlo todo parezca muy serio.

Chrisgaia 2012

¿Vd. cree de verdad que las piedras hablan?


Cantan mejor… (risas) No creo en nada de eso. Tan sólo sé que las piedras me hablan. Si alguno espera encontrar los resultados de los partidos del domingo o el marujeo de última hora en ellas… pues no. Las piedras son los huesitos de la Tierra, los recuerdos que nos expresan antiguas experiencias que ellas mismas vivieron. Millones de años de historia de la evolución. A veces expresan también mensajes como si fueran poderosos cristales. Son realidades resonantes, memoria del planeta. En sus estructuras cristalinas se hallan encerradas enormes bibliotecas de información.

Durante los últimos años hemos enterrado ceremonialmente enormes cristales en Hispania, Europa y América para crear una red de resonancia en la Tierra. Sin embargo ya existe una red natural de cristales ‘plantados’. Se llaman rocas. Ellas pueden ser resonantes unas con las otras por intermedio de la consciencia  humana.

¿Para iluminarse un poquito es preciso enterrarse bajo tierra, pasar la noche en la copa de un árbol y a la mañana siguiente bañarse en un cascada helada?

No, por supuesto es mejor un gimnasio con yakuzzi y rayos “uva”.
Gracias a Dios todos estamos iluminados antes de nacer, hasta los no creyentes. Nuestras prácticas tienen que ver con romper los hábitos y sentirnos unidos a la naturaleza, vivir la familiaridad y el misterio con que nos acoge. Buscamos lugares propicios que nos revelen lo que llevamos dentro, con desafíos que es preciso superar para romper barreras que hemos levantado a través de los miedos…

Los cuatro elementos deben de ser vividos. No podemos vivir el agua sólo como la ducha caliente, la tierra como tres tiestos en la ventana, el aire como un soplo de brisa acondiconada a 16º en verano y el fuego en su versión cocina casera, si es que no hay vitrocerámica. ..
La Tierra es nuestra Madre, nos protege, nos habla… También los árboles nos dan su enseñanza, las cascadas  dan un enorme poder, permiten purificarse y agarrar nuestra propia fuerza desde las tripas para hacer un “intento”…

¿Nos puede explicar qué es un intento?

Un intento es lo que cambia la estupidez. Lo que permite que una persona se pase la vida haciendo el mono y un buen día se trasforme para siempre; esté continuamente dependiendo de su pareja y se vuelva un ser autónomo, esté viviendo miserablemente, atienda un desafío de prosperidad y la pobreza desaparezca de su vida, esté siempre enfermo y un día sienta que ya no necesita estarlo el resto de su vida… Para eso es preciso reunir nuestro poder. Para acumular esa fuerza callada que nos pertenece desde el origen  es preciso estar en contacto con lo natural, con la vida, allí donde está la fuente de energía. Has de desear resolver o realizar cualquier objetivo con enorme intensidad en un solo instante. Si algo te hace sufrir (hijos, trabajos, amante, madre, jefe…) es que les has entregado tu poder con anterioridad.

Recupéralo y recuerda que la alegría te devuelve tu poder. Nada que esté fuera de ti controla tu vida a menos que lo permitas.

Antes o después hemos de darnos un tiempo para nosotros mismos. Es vergonzoso que haya gente sobre la Tierra que no haya dormido una sola noche al raso, que tiene terror a las arañas, a las cucarachas, con reacción histéricas ante ellas… Podemos seguir viviendo así, pero eso no es vivir… Tus elecciones, y tu eliges tus propios miedos, determinan los desafíos que tienes pendientes. El temor alimenta a la oscuridad y a sus hijos.

Abunda la opinión en los mentideros “new age” que para crecer ya no es preciso sufrir, sin embargo Vd. sigue sometiendo a una dinámica espartana a los que se arriman a su vera.

Debe de ser Esparta en sus momentos más gloriosos. Lo cierto es que la gente que trabaja conmigo se ríe demasiado. En realidad escuchamos al viento y miramos el brillo del cielo en el agua,  y cosas así  que no dan muchos sudores…

Ya en clave más seria, sólo planteo a cada quien posibilidades para que encuentre sus propias respuestas. Yo no le doy respuestas. No es posible quedarse en casa sentado en un sillón y aguardar una transformación. Es preciso que entendamos que podemos prescindir de la cama, el restaurante… Es el tiempo de vivir de luz, de convertirse en ‘comedores de prana’, de entender que ni el sueño es necesario, que todo son creencias para mantenernos esclavos de la mentira social…

Finalmente cada uno tiene su libertad. Se puede empujar a alguien para que rompa un miedo, para acabar con un bloqueo, pero nunca se debe de empujar a alguien para que haga algo que no desea hacer o que está fuera de su naturaleza realizar.

¿Qué queda del chamanismo sin Don Juan Mathus?

Sus enseñanzas fueron esenciales para abrirnos a las dimensiones mágicas, para revelarnos el “intento” como fuerza creadora. Don Juan nos ha traído el “nagual” a la puerta de casa. Nos ha hecho ver que el mundo está lleno de vida por todas partes, que hay realidades a las que nunca asomamos la nariz.

Ahora bien, su visión era un tanto primigenia, demasiado oscura con relación a las fuerzas de la tierra, ausente de aspectos celestes y de hermanos estelares tan cercanos a nosotros hoy en día. El chamanismo de Don Juan Mathus ya no tiene el mismo sentido en nuestros días. El mundo ha cambiado. Muchos de los esfuerzos necesarios durante los milenios toltecas y ligados a una disciplina durísima para alcanzar determinados logros, ahora vienen gratis merced al cambio de frecuencias que está aconteciendo en la tierra. Nuestro Sol no es el mismo, la Banda de Fotones está ya aquí, los contactos intra y extraterrestres con nuestros hermanos son cada día más intensos, las experiencias multidimensionales nos hacen avanzar a saltos gigantescos y el contacto con los otros Yos que yo soy (sean de otras vidas pasadas o simultáneas en mundos paralelos) están abriendo perspectivas antes desconocidas para nosotros.

Abrazar la oscuridad

- ¿Por qué se dio de baja en el sindicato de “gurús”?


Se nos pasó una invitación a todos y cada uno de nosotros. Se nos pidió que nos bajáramos del pedestal o que preparáramos la “caja”. Llegaba la convergencia del 87 y los “gurús” teníamos que desaparecer. Los que no lo hicieron murieron en pocos años. Aquello fue una epidemia.

Frente a mi mismo nunca fui un “gurú”. Insistía cada día en que dejaran de mirar hacia mi y asumieran que si un solo humano podía alcanzar cualquier  realización, todos los demás éramos también capaces de conseguirlo. Eso no impedía que me pusieran las fotos en su altar personal, y cuantas más palabrotas les dirigía más me amaban con cadena de oro.
Yo siempre supe, quizás relativamente, cual era mi papel. Después de una etapa muy cerrada, la dictadura, había que plantear una experiencia de vida que rompiera con los límites, con los miedos e inseguridades. Eso es lo que hice y tuvo razón de ser en su momento.

¿No abandonó el gremio un poco tarde?

Lo hice cuando creí oportuno. Gracias a Dios tengo desde entonces una relación mucho más humana y cercana con la gente que me rodea. En tiempos de la comunidad esa relación más familiar no era posible. Es difícil vivir protegido y los discípulos son los perros de presa más tremendos con los que uno puede acompañarse.

- Dicen que es Vd. incombustible. ¿Dónde y cómo carga sus alcalinas?

Está primero el pacto con el diablo. Gracias a Dios lo llevamos puesto. Se trata en realidad de un dragón. Cuando uno lo abraza y vuela encima suyo se convierte en un caballo blanco. La espada de la atención y de la alerta siempre levantada y eso ya es una buena carga.

Naturalmente y como ya he dicho mi entrenador es el mismísimo Santiago…
Segundo, cada mañana sudo, hago el amor y medito. El orden real es soñar, hacer el amor tántrico, sudar largamente y meditar. Después del desayuno me río y disfruto con la gente que está a mi lado o hablando con los grajos. Con esas costumbres, comiendo sanamente o dejando de comer, y no olvidando nunca que he venido aquí desde las lejanas estrellas como agente destructor de sistemas de dependencia, es difícil no tener las alcalinas a tope.

¿De dónde viene esa insistente manía suya por “abrazar la oscuridad?

De los “guateques” de la adolescencia… La oscuridad son nuestros tres chacras en el vientre: sexualidad mal entendida, miedo, obsesión por el poder… En lo grupos espirituales todos quieren ser guerreros o gentes de luz. Sin embargo hay que enraizarse. Sin raíces no somos nada. En el vientre  está nuestra verdadera fuerza. Cuando uno quiere hacer algo real tiene siempre que mover sus tripas, su propia oscuridad.

Abrazarnos a la oscuridad es atrevernos a abrazar el demonio que llevamos dentro, igual que hemos de atrevernos a ser el ángel que albergamos. Se que esto crea malos entendidos, pero me imagino que es para esto para lo que me hacéis la entrevista. ¡Qué el ángel que yo soy ilumine al demonio que yo soy, y que mi demonio espabile a ese ángel ‘atontolinao’ que llevo puesto!

En medio de la oscuridad tengo entendido que recomienda aullidos nocturnos…

Quien es capaz de amar su propia enfermedad (cancer, sida…) y abrazarla, puede negociar con el “mónstruo” hasta reconocer las emociones que están provocando esta reacción orgánica. Nuestro cuerpo es un instrumento de perfección divina y no necesita básicamente ni ser envenenado ni ser irradiado. Si tu novio o novia se va, no le irradies nunca otros pensamientos que no sean de luz. Deséale lo mejor en su nuevo camino, no te pongas a contar a todos y a mendigar atención, mucho menos a enviar oscuridades. Quizás sea la mejor bendición que jamás ha llegado a tu vida. Si duele, que dolerá, ahulla por las noches, pero jamás odies, ni le eches las culpas.

Su oratoria es de aire algo provocativa. ¿Un poco más de diplomacia en el verbo no acercaría también más acólitos?

Acólito siempre me ha sonado a alguien a quien le da un cólico, uno que se ha puesto amarillo de tanto mirar al “gurú” con cara de estreñimiento. A veces prima el verbo poético, otras veces ese otro más brusco y detonante que crea condiciones de libertad.

¿Quién es el guerrero?

Un guerrero no pone su vida al albedrío de otros. Asume su poder y sus riesgos, se hace responsable de cada cosa que sucede en su vida y nunca proyecta la culpa sobre los demás, se pone en manos del Espíritu Uno, no en manos de nadie por especialista que sea. En el momento en que se le acerca la muerte, y cualquier día es tan bueno para morir como para ascender físicamente vivo a otras dimensiones, se retira no a un hospital, sino a su lugar de poder. Allí se funde con ese Espíritu para crear su propio destino y manifestar la mentira de la enfermedad y de la misma muerte.

¿Qué pasa con los “pueblos planetarios”, ese “Arco-Iris” bis, que lleva Miyo tantos años promoviendo y que no terminan de cimentar?

Este periodo 2002-2005 verá sin duda florecer una nueva etapa comunitaria en libertad y sinergia. No serán grupos de aprendices o naturistas locos, sino seres capaces de formular nuevos futuros y de encarnarlos en sus vidas. No devotos ni seguidores, ni rebeldes o resabiados sexuales, sino servidores del Espíritu dispuestos a todo y conscientes que un pequeño grupo puede cambiar el destino de todo un pueblo y abrir nuevos caminos  potencialmente escritos en sus genes.

Apocalipsis de la libertad

¿Qué rayos ocurrirá  en el 2012? ¿Para cuándo el “Apocalipsis de la libertad” que Vd apunta en uno de sus libros?


Los mayas fueron submarinistas del tiempo. Vinieron una y otra vez para crear el calendario del futuro. Ellos señalaron esta fecha. Cada 11.000 años pasamos por la “banda de futones” o cinturón de luz. Es un lugar donde la energía fluye de manera distinta y que los científicos ya han detectado hace veinte años. Una vez entremos ahí, la mentira no es permitida, la falta de integridad tampoco, lo que está escondido sale a la superficie, la tierra se revuelve para equilibrar el karma que el ser humano ha acumulado en sus cuatro elementos…

A ese momento lo llamamos “Apocalipsis de la libertad”. Acompañamos a la Tierra en su viaje a la libertad o caemos en el camino. Ella tiene que alcanzar de nuevo su equilibrio y su armonía. No se puede llenar esta atmósfera de confusión, de luchas, de odio, de ambición, de angustia, de despilfarro emocional… sin que la Tierra no enferme por todo ello.

El tiempo del tránsito no serán años fáciles. La destrucción de la civilización será total e irreversible. Pero la muerte no existe en nuestro camino. En medio del caos el ser humano hace florecer lo mejor de sí mismo y eso es lo que el universo entero está esperando y que sólo nosotros podemos aportar: el amor impersonal. Un elixir capaz de redimir a los ángeles caídos y a los viejos dragones que manipularon nuestro libro celular de la vida.

Tras el caos llegará el más esplendoroso y magnífico tiempo que hemos vivido en muchas encarnaciones. Estaremos exentos de tantas gentes oscuras y mafiosas pensando sólo en la guerra, en envevenar,  en engañar… El desafío es salir vivos de esa prueba sin morir con el cuerpo.
En el 2012 comienza el juego de la multidimensionalidad, el contacto con otras conciencias. Hemos de centrarnos en nosotros mismos y valorar nuestros poderes, nuestras facultades.

Háblenos de ese esplendoroso tiempo.

Hemos de ser capaces de formular una nueva tierra. Llega el tiempo en que comenzaremos a pensar lo que es justo, lo que hace bien a la humanidad. Compartiendo las cosas, sabiendo que podemos vivir en unidad, amando la Tierra y amándonos a nosotros mismos, respetando a todo ser humano y dejando en libertad a los demás para que hagan su propio camino. El desafío es amar la luz y la oscuridad al mismo nivel y permitir que cada cual haga lo que quiera en el respeto general hacia los demás y sin juicio alguno. La luz y la oscuridad sirven al mismo espíritu, aunque esta última lo hace muchas veces con mayor eficacia que la luz.

Como decía es el tiempo también de lo multidimensional. Tendremos derecho a estar aquí y allí al mismo tiempo. Necesitaremos mucho menos de lo que ahora necesitamos. En el aspecto social descubriremos nuevas maneras de hacer comercio. El trueque, por poner un ejemplo, volverá a manifestarse en muchos intercambios.

¿Es verdad que vivimos un tiempo tan crucial y trascendente, como Vd. y tantos líderes “new age” pregonan?

Estamos pasando una época privilegiada: la muerte de la Tierra tal como la conocemos en tránsito hacia otra dimensión. Pronto constataremos el papel que han jugado otros seres en nuestro mundo, los hermanos estelares. Pronto entenderemos que no venimos de la Tierra, sino que nos aposentamos temporalmente en ella… Comprenderemos que el mundo está vivo por todas partes y que es algo más complejo que esta tontería televisiva de salud, dinero y amor… Por cierto que todos estamos cansados que eso del ‘primer contacto en gran escala’ se retrase tanto.

No debemos olvidar que un día Hernán Cortés llegó a las costas de Centroamérica a conquistar (que no descubrir) esas tierras, y todas las profecías aztecas de los últimos decenios se vieron cumplidas de golpe de la noche a la mañana. A sus voceros dejaron de considerarlos locos y zumbaos…

¿Tenemos que ir ya coleccionando latas y agujereando el jardín?

Las latas tienen caducidad. Es mejor dejar de comer. Cada vez más gente comenzará a vivir de luz sin necesidad de ingerir alimentos, como ya sucede con más de dos centenares de hispanos en nuestra tierra.

A la vista de su discurso se caen los límites del hombre…

El dolor y la enfermedad nos acompañan mientras que estamos en el mundo de la dualidad. Quien es capaz de amar verdaderamente puede mantener una inmortalidad, una salud dentro de su cuerpo.

El ser humano no tiene límites. Es el poder de Dios en la Tierra. Todo aquello que el ser humano sea capaz de pensar y concebir con el sentimiento y la energía suficiente se convierte en realidad. Les invito a nadar por las piedras fuera del tiempo…

Agotamos el cuestionario, pero Miyo seguía con sus relatos fantásticos. El “gurú” en paro se nos revelaba también  como narrador extraordinario. Sacó de nuevo a pasear por el bosque encantado a “pleyadianos”, a “arturianos”, a los dioses creadores…, a razas cósmicas de todo pelaje. Callamos el magnétofono, pero nuestros oídos permanecían pegados a aquella “guerra de galaxias” que apenas podíamos comprender.

Caía la tarde y el hayedo navarro, sus “rocas parlantes” nos acogían con candor sagrado, mientras que nuestra mente navegaba entretenida allí arriba entre el fulgor de “habitadas” estrellas que ya despuntaban.

 
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