Te dirán que lo mismo da “arre que so”, pero averigüemos lo que piensan al respecto los arquitectos de las relaciones internacionales, los mandatarios que se esfuerzan en el multilateralismo, en el equilibrio de fuerzas, en hacer de éste un mundo de más paz. Preguntemos a los ciudadanos cubanos que ven todas las esperanzas de acercamiento a la primera potencia frustradas, a los iraníes que se encuentran constantemente amenazados, a los palestinos que observan impotentes cómo Jersusalén será cada vez menos una ciudad compartida. Te dirán que el martes es un día cualquiera, pero vayamos a contárselo a esa verdad zaherida por la mentira convulsa, a esa mesura y honestidad olvidadas por la ofensa a golpe de convulsivo “tuit”, de discurso deslenguado. Podemos preguntárselo a las mujeres a las que el presidente ha vejado; a los periodistas que continuamente ha faltado, a los políticos honestos que en su equipo han durado apenas unas horas; a los ciudadanos de color que observan cómo su presidente no condena a los supremacistas armados… Te dirán que “tanto monta, monta tanto” republicanos y demócratas, pero les responderemos que esto va de a poquitos, que los cielos no se asaltan de repente. La política es el arte de lo posible. Biden no colma nuestro entusiasmo, pero cierra la puerta al mal entendido como falta de respeto, como ley del más fuerte, como “sálvese quien pueda…”; acaba con el disparado histrionismo y egoísmo que ha ocupado la Casa Blanca durante cuatro largos años. Te dirán que no hay diferencia alguna entre unos y otros, pero sondeemos a la Tierra nuestra madre. Nos confesará quiénes velan por ella y quiénes sólo piensan en explotarla, en sacar de ella el mayor beneficio, aún a costa de su destrucción. Llamemos a la puerta de los ecologistas o simplemente de los artífices de los urgentes acuerdos multinacionales sobre el cambio climático de los que el actual presidente se ha desmarcado. Te dirán que el miércoles es mejor apagar los noticiarios, pero en ese día nos acordaremos de una humanidad que necesita líderes de paz y no “matones de barrio” colmados de inmenso poderío. Tendremos presentes a tantas naciones que también quieren ser grandes a su manera y que aspiran a su legítimo lugar en medio de este apretado mundo. Con Trump la amenaza pende sobre la democracia estadounidense y la cooperación internacional. Los vetos migratorios se afirman, el proteccionismo se exacerba, los muros se alargan y las esperanzas de un mundo mejor palidecen. Cuando se trata de valores que se desprecian, de conquistas que peligran; cuando el conjunto de la humanidad se la juega en exceso, es preciso tomar partido. Ahora no toca permanecer encogidos de hombros. https://www.facebook.com/koldo.aldai/videos/10157836820557379 Artaza 1 de noviembre de 2020 www.koldoaldai.org |
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