A veces podemos precipitar el telefonazo que demanda socorro, sin haber realizado inventario de nuestros propios recursos, sin haber intentado un “hágalo Vd. mismoâ€â€¦ “Somos los hijos de los que nunca fueron a terapia…â€, pero a veces la piel de nuestra alma contenÃa heridas más superficiales de lo imaginábamos, quizás les echamos nosotros mismos más sal que mercromina. No estamos contra la terapia, tenemos demasiados amigos terapeutas, simplemente creemos importante retrasar el teléfono fácil. Antes del tecleo inmediato del número sanador, será preciso aprovechar las oportunidades que el propio presente en modo alerta nos brinda para sanarnos nosotros mismos. No estamos en contra del “divánâ€, sólo creemos que antes de tumbarnos en él hay que intentar permanecer erguidos en medio de las dificultades con las propias herramientas que nos provee nuestra conciencia. Delegar o asumir. No restaremos importancia a la labor los psicólogos y terapeutas que han ayudado a levantar el sol en tantos horizontes deprimidos, pero ¿quién puede llegar a conocernos más que nosotros mismos, si sostenemos un empeño constante de autoobservación? Intentemos rendirnos a lo Alto, ofrendar nuestro padecer, permanecer en el “aquà ahoraâ€, aprovechar el instante que redunde en autodescubrimiento... Al fin y al cabo, la Vida se encarga de proveernos terapia “had hocâ€, lo que ocurre es que a menudo estamos despistados cuando llega la oportunidad. Tantos momentos de nuestros dÃas encarnan sanación, enseñanza dirigida directamente a nuestra alma, pero nosotros estamos en otra cosa. A fuerza de despistarnos vamos perdiendo preciosas ocasiones. Empoderamiento no era una palabra de moda, era un considerable reto que ya dibujó nuestra alma al pedir vez para volver a la Tierra. Artaza 14 de Octubre de 2024 www.koldoaldai.org www.velouriz.org |
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