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Bienvenido el 2021

Definitivamente no hay ningún año maldito, el 2020 tampoco. No lo despidamos con maledicencia, ni rencor. Atraemos lo que necesitamos y merecemos. Sólo nos puso a prueba, sólo nos trajo una invitación a comprendernos y amarnos un poco más, a tomar el camino que nos conduce a la Madre Naturaleza y el respeto a sus Leyes superiores.

Agradecemos el sol y también la tormenta; los días a campo abierto y en reclusión; la presencia de quienes ahora son con nosotros/as en dimensión física, la de quienes se desnudaron de carne y disfrutan de una Luz más clara.

No maldigamos las oportunidades que la Vida nos presenta para crecer. Asumamos la responsabilidad de lo que en realidad hemos acercado. Que el nuevo año llene nuestro corazón de más amor y comprensión, de más respeto mutuo y a la Naturaleza siempre sagrada, es nuestro más sentido deseo. Que el 2021 nos sintamos más humanidad unida. Que cada vez, en más en alianza y comunión, podamos atender a los grandes desafíos globales que tenemos por delante. Que en el año que en breves horas inauguramos, podamos avanzar un poquito más hacia nuestro alto destino de fraternidad humana.

El 2020 no fue el año en que desaparecieron los abrazos, sino el que nos acercó los más grandes interrogantes, los mayúsculos cuestionamientos. Antes de las uvas, nos recogemos y agradecemos. Al final de la etapa probatoria, al fondo de la carrera de obstáculos de estos meses, reunimos nuestras palmas en acción de gracias. No podría ser de otra forma. Urte berri on denontzat!!

 
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